Ultraconservador Bolsonaro está con un pie en el Palacio de Planalto
El ultraconservador Jair Bolsonaro está con un pie en el Palacio de Planalto de Brasil. Sondeos le dan una cómoda ventaja de 14% sobre su rival, el progresista Fernando Haddad.
BRASILIA (EFE). El sondeo, realizado para la patronal Confederación Nacional del Transporte (CNT), es el primero que la encuestadora MDA realiza de cara a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales que se celebrará el domingo 28. En líneas generales, coincide con todos los otros publicados.
De acuerdo a la encuesta, Bolsonaro sería elegido como nuevo presidente de Brasil con un 57% de los votos válidos, frente al 43% del progresista y candidato del Partido de los Trabajadores (PT), Fernando Haddad.
Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL), ganó la primera vuelta de las elecciones, celebrada el pasado domingo 7, con un 46% de los votos, en tanto que Haddad obtuvo en esa instancia el respaldo del 29%.
Marginales rojos
A pocos días de la segunda vuelta electoral, Jair Bolsonaro volvió a encender su retórica “agresiva” al advertir que los “marginales rojos serán prohibidos” en Brasil.
Las declaraciones generaron preocupación, en una campaña plagada de amenazas y de violencia en la que se registraron episodios de racismo y homofobia, con agresiones físicas e incluso con una tentativa de asesinato –la suya– y un asesinato atribuido a discrepancias políticas.
Su máximo adversario, el expresidente de izquierda Lula da Silva (2003-2010), encarcelado desde abril en Curitiba (sur) para cumplir una pena de 12 años de prisión por corrupción, también fue blanco de su discurso inflamado.
“Lula da Silva, si usted está esperando que el candidato del PT (Haddad) sea presidente para darle el indulto, voy a decirle algo: ¡usted va a pudrirse en la cárcel!”, afirmó.
También reiteró su discurso contra la corrupción y que habrá unas Fuerzas Armadas “altivas”, que “colaborarán con el futuro de Brasil”.
Además, afirmó que los militantes del PT –la “petralhada”, en su lenguaje despectivo– “verán una Policía Civil y Militar con respaldo jurídico para hacer valer la ley en sus lomos”.
EE.UU., Israel y China
En el plano internacional, Bolsonaro pretende aliarse con el gobernante estadounidense Donald Trump para dar un vuelco a la política externa de la mayor potencia latinoamericana.
El excapitán del Ejército cuestiona la búsqueda de alianzas Sur-Sur de los gobiernos de izquierda (2003-2016) y siembra dudas sobre la permanencia de Brasil en instancias multilaterales como el Acuerdo de París contra el cambio climático.
Bolsonaro no se ha mordido la lengua para cuestionar a “la decadente” Venezuela, así como a Cuba. “Dejaremos de elogiar a dictaduras asesinas y de despreciar o atacar a democracias importantes como Estados Unidos, Israel e Italia”, sostiene su programa.
Sobre el tablero también están cuestiones como el eventual traslado de la embajada brasileña en Israel y la crisis en Venezuela.
Bolsonaro ha enviado señales inamistosas a China, el principal socio comercial de Brasil desde 2009 y uno de sus mayores inversores. Primero visitó Taiwán –cuya soberanía no es reconocida por Pekín– y luego soltó que el gigante asiático estaba “comprando a Brasil”.
Persona peligrosa
El candidato progresista Fernando Haddad calificó de “peligroso” a su rival, a quien además acusó de “amenazar la supervivencia física de la oposición” y cuestionó la demora de las instituciones para tomar cartas sobre el asunto.