¿Una nueva trampa de los brasileños en Itaipú?
La dirección técnica de Itaipú ha puesto en marcha el proceso de actualización tecnológica de las complejas instalaciones electromecánicas de la central hidroeléctrica binacional, con la recepción, en el día de hoy, de unas 140 ofertas (100 brasileñas y 40 paraguayas) para la precalificación de las empresas interesadas. Lo que resulta preocupante es que el endeudamiento de la entidad binacional por 660 millones de dólares pueda ser eventualmente instrumentado por Brasil para postergar la fecha de revisión del Anexo C del Tratado, marcada hasta ahora para el 2023. En tal sentido, si bien el director técnico del ente, José Sánchez Tillería, aseguró que el enorme costo de la actualización tecnológica se financiará con recursos propios, ni él, ni el ex director general James Spalding ni el actual, José Alderete, han explicado el mecanismo de financiación del proyecto ni en qué medida va a incidir en la tarifa de la energía. Conociendo lo taimados que son nuestros socios en las dos usinas binacionales, los ciudadanos y las ciudadanas deben estar alertas para rechazar cualquier nuevo escamoteo de los beneficios que legítimamente le corresponden a nuestro país en esos emprendimientos, en este caso en Itaipú.
La dirección técnica de Itaipú ha puesto en marcha el proceso de actualización tecnológica de las complejas instalaciones electromecánicas de la central hidroeléctrica binacional con la recepción, en el día de hoy, de unas 140 ofertas (100 brasileñas y 40 paraguayas) para la precalificación de las empresas interesadas en los contratos que conforman el paquete de referencia.
De acuerdo con datos suministrados por las autoridades paraguayas de la entidad, la licitación correspondiente, que será lanzada en los primeros meses de 2019, está dividida en tres lotes: el primero, privativo de empresas brasileñas, tiene un monto de referencia de US$ 425 millones, en tanto que los lotes 2 y 3, asignados a empresas establecidas en Paraguay, representan en conjunto una inversión de US$ 235 millones.
A raíz del temor de que, como siempre ha ocurrido en Itaipú desde los inicios de la construcción de la represa, sean de nuevo las empresas brasileñas las que se lleven la parte del león en los lotes nominalmente reservados para las empresas nacionales, estas han recurrido al director general paraguayo,
José Alberto Alderete, solicitando su intervención para asegurar que no ocurra tal inequidad. A este respecto, tanto él como el director técnico paraguayo, ingeniero José Sánchez Tillería, han asegurado que las empresas nacionales tendrán plena oportunidad de participar en el gran negocio. El ingeniero Sánchez Tillería precisó que “es falsa la información”, añadiendo que el acuerdo de repartija se ha consensuado a nivel de Directorio y del Consejo de Administración. Repreguntado por los periodistas sobre qué seguridad existe de que los US$ 235 millones vayan efectivamente al Paraguay, el mismo respondió: “Claro, lo que corresponde a los lotes 2 y 3 está garantizado que quede acá, en Paraguay; y será para empresas radicadas con cierta antigüedad ya en el Paraguay”.
Mientras esto se da en nuestro ámbito empresarial interesado en la licitación de marras, lo que resulta preocupante es que el endeudamiento de la binacional por US$ 660 millones pueda ser eventualmente instrumentado por Brasil para postergar la fecha de revisión del Anexo C del Tratado, marcada hasta ahora para el 2023. En tal sentido, si bien el citado Sánchez Tillería aseguró que el enorme costo de la actualización tecnológica se financiará con recursos propios de la entidad, ni él, ni el ex director general James Spalding ni el actual titular,
José Alderete, han explicado a la opinión pública paraguaya el mecanismo de financiación del proyecto, ni en qué medida va a afectar el costo de operación de la usina binacional y, por consiguiente, el costo de la electricidad adquirida por ANDE y Eletrobrás, cuya tarifa será pagada por los consumidores de una y otra margen. Sea como fuere, la condición sine qua non que el Gobierno paraguayo debe imponer para llevar adelante el proyecto es que el servicio de la deuda que asuma la entidad binacional para el efecto sea totalmente amortizado ANTES del 2023, habida cuenta de que la revisión pactada está sujeta a que Itaipú no tenga deuda alguna pendiente. Tenemos harta experiencia negativa de los escamoteos de beneficios que le corresponden al Paraguay perpetrados en la binacional por el Brasil, prevalido de su mayor poder económico, que utiliza sistemáticamente para avanzar sus intereses a expensas de los nuestros. Estrategia facilitada por la venalidad característica de los gobernantes paraguayos de turno.
Las pocas veces que la política del Paraguay en las binacionales ha amagado algún cambio ha sido menos el resultado de una línea presidencial patriota y honesta que el afán de disponer de dinero discrecional para mantener una clientela política corrupta y un beneficio personal, como el destinado eufemísticamente a “gastos sociales y ambientales”, que en el fondo no son sino sobornos disfrazados. Y los Gobiernos brasileños han sabido sacar provecho de la codicia de nuestros gobernantes, actuando más como depredadores que como socios ecuánimes.
Por tales razones, no está de más que la ciudadanía centre su atención en este plan de actualización tecnológica pergeñado por la administración Samek-Spalding hace ya un par de años y que, por lo visto, el presidente Mario Abdo Benítez ha endosado con entusiasmo, como lo hizo con el cuestionado acuerdo Cartes-Macri, que apunta a postergar las compensaciones económicas debidas al Paraguay por la Entidad Binacional Yacyretá y, concomitantemente, concretar el negociado de la construcción de la central de Aña Cua, a un costo 50 por ciento superior al promedio de todas las usinas hidroeléctricas similares hasta ahora construidas en Sudamérica.
Conociendo lo taimados que son nuestros socios en las dos usinas binacionales, los ciudadanos y las ciudadanas deben estar alertas para rechazar cualquier nuevo escamoteo de los beneficios que legítimamente le corresponden a nuestro país en esos emprendimientos, en este caso en Itaipú.