Campo magnético
Blanca Lila Gayoso
El cuerpo humano es química y electricidad. Sobre este último podemos hablar de campo magnético y frecuencia vibracional. ¿Qué significa esto? Es la energía que posee una persona y que puede incidir positiva o negativamente en su vida. David Hawkins, médico norteamericano, descubrió que las personas con vibración menor a 200 Hz (herz o hercios) generalmente tienen pensamiento negativo y se pueden enfermar fácilmente.
Sin embargo, las personas con frecuencia vibracional superior a 200 Hz, casi no se enferman.
El citado médico llegó a la conclusión de que quienes tienen la vibracional por debajo de 200, reclaman, culpan y sienten odio hacia otros. Adquieren enfermedades diversas y siempre hablan de odio dolor y sufrimiento.
Hay que tener en cuenta que el índice más alto de vibración es de 1.000 herz y el más bajo es 1.
El doctor Hawkins señaló que sintió la mayor vibración (700 Hz) cuando estuvo en presencia de la Madre Teresa de Calcuta, Premio Nobel de la Paz.
En presencia de la madre Teresa, sintió una paz absoluta, estuvo íntimamente conmovido y la atmósfera estaba llena de gozo espiritual y de belleza completa. En otras palabras, cuando una persona de alta energía aparece, el campo magnético se vuelve bello y pacífico.
En cambio, si el campo magnético es negativo, el ambiente se vuelve peligroso y malo.
Hace poco se produjo el quíntuple asesinato en la calle Oliva, en Asunción. Un pastor evangélico asegura que percibió que en el lugar existía mucha energía negativa. Es fácil, entonces, descubrir que los sitios donde suceden crímenes, accidentes y suicidios, el campo magnético se impregna de energías negativas.
Para tener alta frecuencia, hay que desarrollar la espiritualidad; querer cuidar de los demás; tener piedad hacia los otros; ser generosos, tolerantes y compasivos.
Una persona dulce, amorosa, sencilla, amable y piadosa, está llena de espiritualidad, va por el mundo con su aura de amor y de luz. Jesucristo, por ejemplo, no necesitó llamar la atención con ropas ni joyas costosas. Estaba lleno de energía positiva y por todo el lugar que pasaba realizaba miles de milagros: los ciegos veían, los paralíticos caminaban y hasta Lázaro, que estaba muerto, volvió a la vida. El centurión romano le dijo: “No hace falta que llegues a mi casa; una sola palabra tuya bastará para sanar a mi enfermo”. Lo que significa que la fe mueve montañas y se trata naturalmente de una energía positiva.
Para vivir en el mundo con energía positiva, debemos vestir la ropa de la santidad, tener fe y esperanza. Cultivar todos los días la parte espiritual, abrir la puerta del corazón, derramar amor sobre todos los seres vivientes. Entonces, el campo magnético se volverá muy positivo, y con nuestra alta frecuencia vibracional podemos inundar nuestro mundo de paz y amor.