Chicanas y desidia dilatan audiencia
SAN ANTONIO (Higinio R. Ruiz Díaz, corresponsal). En seis ocasiones fue suspendida la audiencia preliminar en el caso del accidente ocurrido en la curtiembre Inducuer SA, perteneciente a Gustavo Pérez Codas, y en donde murieron dos obreros. Hoy sería el séptimo intento de elevar el caso a juicio oral y público.
El 24 de octubre último se tenía previsto realizar la referida diligencia, por sexta vez, pero, llamativamente, al juzgado de la magistrada Isabel Bracho se le olvidó notificar a la parte acusada y pasó de nuevo para hoy, a las 10:00.
En aquel percance murieron los obreros Carlos Miguel Giménez (44) y Hugo Gómez (mayor de edad), quienes cayeron a un enorme recipiente de curtición que contenía gran cantidad de productos químicos. Además, tres personas resultaron intoxicadas.
La fiscala Laura Ávalos acusó al propietario (Pérez Codas) por el hecho punible contra la seguridad de las personas frente a riesgos colectivos y exposición de personas en lugares de trabajo. Las víctimas trabajaban sin la protección correspondiente, según se divulgó.
La audiencia preliminar es un trámite imprescindible para llegar a juicio oral y público. Los familiares lamentan las chicanas y la poca seriedad de la jueza Bracho en el caso, debido a que ya han pasado más de dos años de aquella tragedia y aún no se puede realizar la audiencia, por lo que esperan que hoy se defina y se haga justicia.
Varias manifestaciones ya se realizaron frente a la Municipalidad local en la que pedían la clausura de la curtiembre debido a que no reunía las condiciones adecuadas para trabajar y, aun así, dicha institución la había habilitado.
El fatal accidente ocurrió el 22 de febrero de 2016 en el interior de Inducuer, ubicada en el centro de la ciudad en la ribera del arroyo Guasu y el Río Paraguay.