¿Integral o ideologizada?
Lourdes Peralta
La educación ideológica en la escuela siempre ha existido en regímenes autoritarios, y aún en los democráticos. Así como choca que se utilice a niños para fines proselitistas, el ataque es más directo cuando se imparten contenidos de temas íntimos y delicados como lo es la vida sexual. En este momento, nos llega mucha información de padres preocupados por la llamada “Educación Sexual Integral” (ESI), para muchos: educación sexual ideologizada, que, por ley, se está introduciendo en los colegios de países vecinos; y aunque hace décadas ya está agendada para Latinoamérica, hoy recrudece al punto de acelerar el conocimiento sexual-genital para los niños desde la primera infancia. Varios posts nos acercan información de todo tipo, también oficial que revela al lobby “LGTBI +” operando a nivel de Estado; su programa escolar contiene puntos controvertidos y donde parece que los padres, todos, sin excepción, no han participado. Luego, qué se dirá, por ejemplo, del aborto, ¿lo enseñarán como medida de salud? Varias denuncias que los padres suben a las redes, en algunas se alude a profesores y directores de escuela justificando esta corriente. Estamos ante una situación amenazante, porque lo que altera nuestras creencias y tradiciones más arraigadas avanza a fuerza de ley, no hay proceso, solo imposición. La ideología de género busca posicionarse no solo como una materia dentro del currículum escolar, sino también de manera trasversal, es decir, se va a aplicar en todas las demás (“en un festival, si un nene quiere bailar con ropa de nena, se le tiene que permitir”, contaban en redes). En las clases se priorizará el feminismo y la “diversidad” sexual. Para padres y maestros, y para toda la sociedad es una afrenta a los valores con los cuales -como hemos podido- construimos nuestra sociedad actual, basada en la educación sexual impartida por los padres (¿qué lugar ocuparían papá y mamá en la educación de sus hijos? ¿solo los mantendrán económicamente?). Que hay falencias, nadie lo niega, y lo que se debe hacer es formar a los padres y así ajustar, corregir, fortalecer valores y no antivalores. La ideología de género menoscaba la esencia natural de las personas y afirma que nadie está sexualmente definido por lo biológico y sí por la cultura (3, 5, 30, 100 y + géneros, y sus orientaciones), por lo tanto, esta es la que regula la vida social.
Hoy tenemos muchos problemas de índole sexual, masas de jóvenes solos o mal informados, inducidos, pervertidos, hay enorme falta de amor, trastornos, enfermedades mentales; el error que cometemos es no dar importancia hasta que el problema empeora o explota; no buscamos ayuda, no tenemos ministerio para la familia; tampoco, para los creyentes, iglesias que estén trabajando en las bases.
Es urgente que nos informemos más sobre la ESI, porque no seremos la excepción. Están avanzando y no hay que quedarse callados ni indiferentes; si era un tema espinoso fuera de la escuela, qué será como materia autorizada y protegida desde el Estado. Desafío trasversal para madres y padres. La ESI ya no se disfraza de sugerencia o complemento, es una orden (ley), ya no es subliminal, es consciente.