La Policía desaloja a invasores de la tierra de inversionistas alemanes
Efectivos de la Policía Nacional desalojaron ayer a invasores de la propiedad de inversionistas alemanes, en Mayor Otaño. El Abog. Carlos Ruffinelli asegura que la firma Barcos SA no es usurpadora de tierra ajena. “Se compró el inmueble en buena fe”, dice
Efectivos de la Policía desalojaron ayer a invasores de la propiedad de la familia Kaufmann Reymann.
El inmueble se encuentra ubicado en el distrito de Mayor Otaño, Itapúa; la propiedad de los inversionistas alemanes fue invadida el pasado 10 de agosto.
La finca ocupa una superficie de 1.026 hectáreas y la restitución de la propiedad se realizó en cumplimiento de una orden firmada por la jueza Julia Alonso.
Ante el despliegue de las fuerzas de seguridad, los ocupantes ilegales optaron por abandonar la propiedad.
La denuncia de invasión fue realizada ante la prensa por el cónsul honorario de Alemania en Ciudad del Este, Karsten Friedrichsen.
Los invasores ingresaron en la propiedad de los Kaufmann Reyman sin mandato judicial; una fuerte dotación de civiles armados se instaló en el inmueble.
El intendente de Mayor Otaño, Pedro Chávez, brindó apoyo logístico a la invasión; llegó a abrir un camino dentro de su propiedad para permitir a los invasores contar con una vía de acceso.
El Abog. Nelson Fretes presentó un supuesto título de propiedad a nombre de Barcos SA como único documento para ingresar por la fuerza y ocupar 500 de las 1.026 hectáreas de los alemanes.
Compradores de “buena fe”
El Abog. Carlos Ruffinelli, representante jurídico de Barcos SA, sostiene que “el título de propiedad es absolutamente legal. La propiedad pertenece a Barcos SA sin ninguna duda”.
Agregó que “cuenta con mensura judicial aprobada. Nunca se entró en la propiedad de los alemanes. Se tomó posesión de una tierra lindante, con título en mano”.
El título de propiedad de Barcos SA podría ser falso. Una de las transferencias del inmueble fue realizada el 2 de octubre de 2003 por la escribana Graciela Villamayor de Florentín.
En el documento de la escribana, de 2003, consta la firma del señor Plinio Kleeman: Kleeman murió el 6de diciembre de 1997 según certificado de defunción número 938934.
El Abog. Carlos Ruffinelli se limitó a decir: “Ese no es nuestro tema. Barcos SA es comprador de buena fe”.
Ante el empleo de hombres armados para atropellar a los Kaufmann Reymann dijo: “Eso hay que preguntar al abogado Nelson Fretes. Yo me ocupo de las gestiones en Asunción”.
En fin...