La mafia más allá de la TV
Hace 18 años, en el 2000, en una estancia de Capitán Bado se encontró una avioneta con cocaína de alta pureza y varios kilos de marihuana. Uno de los dueños del establecimiento, Horacio Cartes, en el 2013 se convertía en Presidente de la República.
El juez que intervino en ese procedimiento, y quien acabó por entregar la aeronave a la Corte Suprema de Justicia, fue Bernardo “Lalo” Villalba, que en el 2013 llegó a la Cámara de Diputados financiado, entre otra gente, por el narcotraficante Carlos Antonio Caballero, “Capilo”, según consta en audios que se filtraron en el 2014. “Lalo” fue abogado de “Capilo”, preso en la Agrupación Especializada junto con Jarvis Chimenes Pavão. A Jarvis lo defendió siempre la abogada Laura Casuso, asesinada días atrás en Pedro Juan Caballero.
Luego de haber sido el juez que intervino su estancia, abogado de “Capilo” y diputado durante su gobierno, Villalba apareció este año como asesor de Horacio Cartes.
Mientras, la abogada del “compañero de celda” de “Capilo”, Laura Casuso, contaba que su cliente, Jarvis, asesoraba al gobierno en medidas de seguridad, proveía equipos de escuchas telefónicas, armas y dinero para pagar rescates y “apoyaba” en la pelea contra el Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP). En abril ella decía que en algún momento la iban a matar porque sabía demasiado y que presentarían el caso como un enfrentamiento entre facciones.
“Capilo” y Chimenes tienen un vínculo con el Primer Comando Da Capital (PCC), organización criminal brasileña que hace más de 20 años sentó bases en Paraguay, al igual que lo hizo otra facción brasileña, el Comando Vermelho (CV). Uno de sus líderes más importante, Marcelo “Piloto”, asumió por lo menos haber pagado por “protección” a altos mandos de la Policía Nacional.
“Piloto” es al que supuestamente iban a rescatar haciendo estallar un coche bomba que se encontró montado, con 80 kilos de explosivos, en Presidente Franco, una ciudad llena de niños, de gente que sueña con una patria nueva y que trabaja por ella todos los días.
También soñaba una patria nueva Pablo Medina, periodista. A él lo mandó asesinar en el 2014 el intendente narco de Ypejhu Vilmar “Neneco” Acosta, que también mandó matar a un montón de gente cuyos pedazos fueron hallados en una fosa común, según había publicado el propio Pablo. La zona, Curuguaty, así como Pedro Juan, Ciudad del Este o Asunción, son hace tiempo territorio narco.
Los audios que venimos escuchando evidencian esta realidad. No son películas de Netflix ni la novela de las 8 pm. Como crimen organizado que es, la mafia narco tiñe de sangre tu cuadra, tu país. Hace tiempo se instaló y goza de buena salud porque tiene actores en la estructura estatal jugando para ella.