Bahía Negra, aislada
Que en Alto Paraguay existen carencias sociales que denotan la ausencia de Estado no es novedad. Los pobladores del distrito de Bahía Negra son los más castigados por la desidia y abandono por los sucesivos gobiernos municipales, departamentales y nacionales.
La comunidad, última población del norte del Chaco, ubicada a 900 km de Asunción, la mayor parte del año sufre aislamiento por la falta de caminos de todo tiempo. Desde hace 30 días de nuevo los pobladores están incomunicados con el país por tierra.
El río Paraguay es el medio de salida y acceso más seguro, ya que los viajes en avión dependen de las condiciones climáticas, atendiendo a que con una pequeña lluvia la pista de tierra del aeropuerto queda inundada y no apta para su uso.
Precisamente, en el transcurso de la semana pasada, el aterrizaje de un avión de la Fuerza Aérea casi protagoniza una desgracia al aterrizar en la mitad de pista y quedar incrustado en el alambrado del cerco perimetral. Llevaba 23 pasajeros, más los tripulantes.
No puede ser que el Estado no disponga de unos G. 30.000 millones para construir una pista de todo tiempo en esta lejana comunidad, cuyos pobladores son verdaderos custodios de la soberanía del Paraguay. El cálculo es con relación al costo que demandó la construcción de la pista cementada en Fuerte Olimpo y que hoy ya ayuda a salvar vidas.
Durante el mandato del presidente Juan Carlos Wasmosy se construyeron aeropuertos en lugares innecesarios, como el de San Pedro de Ycuamandyyú, Caazapá y Coronel Oviedo, que solo sirven para el tráfico de drogas.
Si existiese voluntad política con un pequeño aporte de las binacionales Itaipú y Yacyretá, fácilmente se podría conseguir la financiación de la obra de vital importancia, que ayudaría a mejorar la calidad de vida de los compatriotas que viven en la zona.
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, tiene la gran misión de marcar la diferencia con relación a sus antecesores. De su decisión depende cambiar la triste realidad de la población condenar a los moradores a la miseria de siempre.
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