Resolución ‘desresolucionada’
De “error” calificó el presidente del Congreso Silvio “Beto” Ovelar la resolución emanada del Tribunal Superior de Justicia Electoral que aceptó implícitamente la renuncia de la intendenta de Ciudad del Este Sandra McLeod y convocó a elecciones. Error es dejar sin acento una palabra, marcar mal un número de teléfono, dejar caer un vaso; error es enviar a la suegra un texto de Whatsapp que era para el marido; error es poner sal en vez de azúcar.
Lo del TSJE no fue un error.
Fue prevaricato, puro y duro, tipificado y castigado por nuestro sistema jurídico. Prevaricato:
dictar una resolución arbitraria a sabiendas de que ella es injusta y contraria a la ley.
¿Y cómo sabemos que sabían perfectamente
que lo que hacían estaba mal? Porque usaron como argumento de su resolución solo una pequeña parte del artículo 53 de la Ley Orgánica Municipal e ignoraron otra parte del mismo artículo.
El artículo 53 no solo habla de convocar a elecciones, sino, lo más importante, dice que es la Junta Municipal la que debe aceptar o rechazar una renuncia. Con precisión de bisturí, seleccionaron la parte que necesitaban y mutilaron lo que no les convenía.
Esto no fue un error. Esto fue premeditado.
Lo que no fue premeditado y terminó de revelar el circo fue la reacción de la señora McLeod. Su ciega ambición política la hizo reaccionar en redes sociales diciendo que no había renunciado a la renuncia. Esto no solo dejó en evidencia que el TSJE había hecho algo que no era su atribución, sino que además la renuncia que ellos renunciaron no había renunciado.
Mientras leíamos el facebook de la señora diciendo que “desrenunciaba”, tratamos de imaginarnos los rostros de Wapenka, Bestard y Zambonini al enterarse de que aquello que ellos intentaron rescatar con salvavidas los hundía a ellos.
Los ministros del TSJE tardaron dos días en emprender la retirada, esconder la vergüenza y meter violín en bolsa. Sin ruborizarse, acometieron una nueva resolución para “desresolucionar” la renuncia “desrenunciada”.
Y quizá se hubieran salido con la suya si hace ya tiempo la oposición no los hubiera tenido en la mira por inconductas varias. La Junta Municipal Esteña, aquella que fue burlada por el TSJE, dio con el golpe más artero presentando una acción de inconstitucionalidad ante la Corte Suprema de Justicia. Tres ministros tendrán que decir si la cuestión de fondo en la que incurrieron los ministros electorales estuvo bien... o estuvo mal. No hay posibilidad de columna del medio.
Si en una de esas los ministros de la Corte llegaran a la conclusión de que la cuestión de fondo estuvo mal, se abrirán más aún las puertas de un anunciado juicio político que tendrá uno de sus más importantes fundamentos en la increíble y triste historia de la cándida renuncia desrenunciada validada por una ilegal resolución desresolucionada.
Es Paraguay, ¿viste? Netflix, no te tenemos miedo.