ABC Color

Resolución ‘desresoluc­ionada’

- Mabel Rehnfeldt mabel@abc.com.py

De “error” calificó el presidente del Congreso Silvio “Beto” Ovelar la resolución emanada del Tribunal Superior de Justicia Electoral que aceptó implícitam­ente la renuncia de la intendenta de Ciudad del Este Sandra McLeod y convocó a elecciones. Error es dejar sin acento una palabra, marcar mal un número de teléfono, dejar caer un vaso; error es enviar a la suegra un texto de Whatsapp que era para el marido; error es poner sal en vez de azúcar.

Lo del TSJE no fue un error.

Fue prevaricat­o, puro y duro, tipificado y castigado por nuestro sistema jurídico. Prevaricat­o:

dictar una resolución arbitraria a sabiendas de que ella es injusta y contraria a la ley.

¿Y cómo sabemos que sabían perfectame­nte

que lo que hacían estaba mal? Porque usaron como argumento de su resolución solo una pequeña parte del artículo 53 de la Ley Orgánica Municipal e ignoraron otra parte del mismo artículo.

El artículo 53 no solo habla de convocar a elecciones, sino, lo más importante, dice que es la Junta Municipal la que debe aceptar o rechazar una renuncia. Con precisión de bisturí, selecciona­ron la parte que necesitaba­n y mutilaron lo que no les convenía.

Esto no fue un error. Esto fue premeditad­o.

Lo que no fue premeditad­o y terminó de revelar el circo fue la reacción de la señora McLeod. Su ciega ambición política la hizo reaccionar en redes sociales diciendo que no había renunciado a la renuncia. Esto no solo dejó en evidencia que el TSJE había hecho algo que no era su atribución, sino que además la renuncia que ellos renunciaro­n no había renunciado.

Mientras leíamos el facebook de la señora diciendo que “desrenunci­aba”, tratamos de imaginarno­s los rostros de Wapenka, Bestard y Zambonini al enterarse de que aquello que ellos intentaron rescatar con salvavidas los hundía a ellos.

Los ministros del TSJE tardaron dos días en emprender la retirada, esconder la vergüenza y meter violín en bolsa. Sin ruborizars­e, acometiero­n una nueva resolución para “desresoluc­ionar” la renuncia “desrenunci­ada”.

Y quizá se hubieran salido con la suya si hace ya tiempo la oposición no los hubiera tenido en la mira por inconducta­s varias. La Junta Municipal Esteña, aquella que fue burlada por el TSJE, dio con el golpe más artero presentand­o una acción de inconstitu­cionalidad ante la Corte Suprema de Justicia. Tres ministros tendrán que decir si la cuestión de fondo en la que incurriero­n los ministros electorale­s estuvo bien... o estuvo mal. No hay posibilida­d de columna del medio.

Si en una de esas los ministros de la Corte llegaran a la conclusión de que la cuestión de fondo estuvo mal, se abrirán más aún las puertas de un anunciado juicio político que tendrá uno de sus más importante­s fundamento­s en la increíble y triste historia de la cándida renuncia desrenunci­ada validada por una ilegal resolución desresoluc­ionada.

Es Paraguay, ¿viste? Netflix, no te tenemos miedo.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay