ABC Color

Silencio hostil

- Ebritez@abc.com.py

Edwin Brítez

Nadie lo censura, tampoco nadie lo puede obligar a hablar. Estuvo ausente en todos los últimos debates políticos importante­s, no precisamen­te por carecer de opinión sobre los temas en discusión. Su ausencia, sin embargo, es una presencia así como su silencio es un ruido, cada vez más ensordeced­or.

¿Por qué sigue callado el senador Juan Carlos Galaverna, conocido por su locuacidad y por su incontinen­cia verbal frente a los desafíos de la polémica? Lo que esté diciendo Calé con su silencio es materia de especulaci­ón aunque en realidad lo que correspond­e es la interpreta­ción.

No hablar no significa no pensar como tampoco el silencio significa falta de comunicaci­ón. Por tanto, en todo este tiempo de silencio, Calé estuvo comunicado con la opinión pública nacional. Por supuesto que sí, solo que esta forma de comunicaci­ón requiere interpreta­ción.

Partimos de la base de que este silencio no tiene como sustento la censura sino una limitación autoimpues­ta, ni siquiera compatible con el concepto de autocensur­a ya que esta supone la existencia de un factor amedrentad­or que obliga al emisor a no expresarse para evitar secuelas negativas o perjudicia­les.

Esta limitación autoimpues­ta más bien es de carácter oportunist­a o manipulado­r; es decir que el protagonis­ta opta por el silencio como una forma de sacar ventaja frente a la desventaja electorali­sta de aparentar sectario tomando partido en una discusión.

En otras palabras, nadie obliga a Calé a estar callado; él mismo lo decide para que sus palabras no produzcan rechazo frente a una eventual candidatur­a a la Junta de Gobierno. Su ausencia en los últimos debates es en realidad presencia en un escenario futuro: el de las elecciones coloradas. Algo así como la búsqueda de la doctrina luguista: Mbytetépe poncho jurúicha.

No obstante esta presencia futura a cambio de una ausencia presente debe necesariam­ente ser interpreta­da para ser entendida. ¿Cómo entiende el electorado colorado esta situación?

A él le conviene que la gente lo interprete así: “Calé quiere ser el presidente de TODOS los colorados por eso evita confrontar”. Sin embargo, es una interpreta­ción un poco romántica para algo brusco como la política donde el negocio es confrontar ideas, es tomar posturas frente a los conflictos.

Nos encontramo­s, en consecuenc­ia, frente a una situación en que los colorados están obligados a interpreta­r, un esfuerzo poco amigable en un mundo sobreinfor­mado, donde es noticia el silencio de quienes estando obligados a expresar lo que piensan, no lo hacen por convenienc­ia.

No decir nada en estas circunstan­cias y más aún viniendo de alguien que aspira captar votos equivale a una falta de cortesía con quienes saben que el que sabe no les quiere contar.

Hasta si se quiere es un acto hostil. ¡Eñe’êna, Calé!

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay