Cáncer avanza a pasos agigantados y el Incan se encuentra estancado
El Instituto Nacional del Cáncer, único hospital público especializado en enfermedades neoplásicas del país, soporta una avalancha de pacientes que va en aumento. Sin embargo, continúa la carencia de equipos de tratamiento y de diagnóstico, y muchas veces
CAPIATÁ (Antonia Delvalle C., corresponsal). Paraguay tiene al cáncer como la segunda causa de muerte y el único centro especializado para tratar el mal no tiene la capacidad para dar respuestas rápidas y efectivas que necesitan los pacientes. Solo en el año 2017 se registraron 11.500 casos nuevos, mientras desde enero hasta agosto del 2018 en el Instituto Nacional del Cáncer se reportaron otros 1844.
Lleva la delantera el cáncer de mama, seguido por el de cuello uterino, próstata y de pulmón.
Mientras tanto, los servicios del Instituto Nacional del Cáncer (Incan) se estancaron. Incluso el centro especializado cerró 48 camas hace unos ocho años por falta de enfermeras.
Esto ocasiona que pacientes que requieren internación para quimioterapia no puedan hacerlo en la fecha fijada por el médico. Ocurre lo mismo con los oncológicos que necesitan cirugías, ya que apenas se realizan entre 12 a 15 por día, debido a la falta de camas disponibles para internación.
Otro factor que conspira contra los enfermos es que el Incan cuenta solamente con tres camas de terapia intensiva, y solo dos con respiradores. Lo peor, y que raya lo criminal, es que cuenta con apenas cuatro intensivistas para la terapia, por lo que hay días que los enfermos quedan sin especialistas, en manos de enfermeras y el médico de guardia de la urgencia.
El director médico del Incan, doctor Blas Medina, dijo que ya hicieron el pedido de diez terapistas o intensivistas, así como de la misma cantidad de anestesiólogos.
Añadió que para enero, desde la administración central del Ministerio de Salud, prometieron habilitar uno de los puestos de internación con 16 camas, cerrado hace unos ocho años.
En Urgencias los enfermos deben esperar hasta cinco horas para ser atendidos, ya que se tiene un solo médico por día, que es cirujano y entra a operar los casos que lo requieren. El doctor cuenta con la colaboración de médicos residentes, pero estos no tienen la experiencia necesaria para resolver con solvencia los casos que se les presentan.