El fin de los “imperios”
Este 2018 quedará marcado por el inicio del fin de varios “imperios” erigidos a partir de cargos públicos que fueron aprovechados para servirse del Estado sin vergüenza ni piedad. La caída fue propiciada por el propio pueblo, cansado de que le hundan la cabeza en el barro.
Si bien desde hacía años se venían denunciando todo tipo de ilegalidades, de hechos de corrupción, fueron las protestas frente al Congreso, marchas, escraches, los que consiguieron que el Ministerio Público abriera y esta vez impulsara necesarias investigaciones.
El exsenador Óscar González Daher, por ejemplo, líder de una claque de Luque y que gobernaba a sus anchas en el Poder Judicial y el Legislativo, tenía una fortuna llegaba a la escalofriante suma de 8 billones de guaraníes. Esta Navidad, sin embargo, la pasará en la cárcel. La gente lo hizo posible.
Enriquecimiento ilícito y lavado de dinero son los hechos por los que está preso González Daher. Son los mismos delitos por los que igualmente acabaron este año con sus huesos en prisión el ex fiscal general del Estado Javier Díaz Verón y el expresidente del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) Justo Cárdenas.
Se trata de los mismos delitos por los cuales finalmente en setiembre de este año abrieron proceso contra los miembros de otro gran imperio: el de los Zacarías Irún, de Ciudad del Este.
Durante 17 años, creyéndose monarcas, el senador Javier Zacarías Irún y su esposa, Sandra McLeod de Zacarías, gobernaron a sus anchas en la Municipalidad de Ciudad del Este, desde donde fueron ganando influencia en otras esferas, principalmente el Poder Judicial. A la par aumentó su fortuna, que llegó a departamentos en el extranjero, un avión, permanentes viajes a Europa, fastuosas fiestas al estilo del rey Luis XV. Ahora, como consecuencia de las insistentes movilizaciones ciudadanas, son investigados.
Con esa misma presión se consiguió que se aprobara la intervención de la administración de Sandra McLeod de Zacarías como intendenta esteña. Y así como en el caso de los González Daher, Díaz Verón y Cárdenas, también respecto a los Zacarías las pesquisas oficiales van confirmando la veracidad de las denuncias que llevaban años cajoneadas.
Los políticos presos e investigados por la Fiscalía y la intervención en la Municipalidad esteña constituyen, claramente, el inicio del fin de estas “monarquías”, pero no son más que el principio. Solo la constancia de un pueblo contralor, vigilante, atento, logrará que se haga Justicia y que estos imperios acaben de caer. También será este el único modo de garantizar que se vayan derrumbando, como piezas de dominó, otros clanes. Y asegurar que nunca más logren afianzarse otros déspotas en su lugar.