Escándalo sacudió al rubro carne
El mercado de la carne se vio sacudido por el ingreso ilegal de carne bovina del Brasil sin certificación sanitaria de Senacsa ni licencia previa del Ministerio de Industria y Comercio. El hecho motivó la suspensión de importación y de exportación a frigo
El proceso tuvo su origen en un procedimiento hecho el 2 de mayo de este año, a las 23:00, en el puesto de control policial N° 8 de Concepción. Los intervinientes verificaron seis camiones refrigerados, cuyos choferes exhibieron documentos de supuestos despachos aduaneros de Pedro Juan Caballero (Amambay), sin sello ni firma de los encargados de esa oficina aduanera, ni del Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) ni licencia previa del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), por lo que se procedió a la incautación de la carga.
El valor de ese cargamento ingresado a nuestro país desde el Brasil fue estimado en US$ 600.000. Se trataba de 180 toneladas de carne bovina, 30 toneladas en cada camión refrigerado. Tenían como destino los frigoríficos Concepción, Guaraní SA, All Food SRL y Frigorífico Norte.
Las citadas plantas industriales fueron intervenidas por el Senacsa, sumariadas, multadas y suspendidas sus actividades de exportación e importación de carne. Se abrieron procesos judiciales a responsables de algunos de frigoríficos afectados y quienes se involucraron en ilícito.
Días después, las suspensiones fueron levantadas parcialmente. Todo eso no sirvió para borrar el efecto negativo que produjo en la imagen del sector cárnico de nuestro país, en el prestigio que tiene ganado la carne paraguaya en el mundo.
Las multas fueron aplicadas a Frigorífico Concepción en G. 16.517 millones; Frigorífico Norte, G. 3.864 millones; All Food SRL, G. 1.032 millones; y Frigorífico Guaraní, G. 379 millones. Algunas de esas plantas ya cancelaron la multa y otras siguen abonando en cuotas, según el dato oficial.
El cargamento de carne incautado fue destruido en un depósito de basura de Villa Hayes (foto principal).
Rodaron cabezas de funcionarios
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A raíz de lo que se denominó “el escándalo de la carne”, fueron removidos de sus cargos altos funcionarios del Gobierno, entre ellos el entonces presidente del Senacsa, Hugo Idoyaga; el ministro de Agricultura y Ganadería, Marcos Medina; el viceministro de Ganadería, Marcelo González; el director de Aduanas, Nelson Valiente, entre otros.
En gremios privados vinculados a la cadena de la carne también se dieron algunos conflictos internos y sanciones, como fue el caso de Jair Antonio de Lima, propietario de Frigorífico Concepción, el más afectado por el escándalo de la carne. Tanto la Asociación Rural del Paraguay (ganaderos) como en la Cámara Paraguaya de Carnes (frigoríficos) le suspendieron como socio de esas entidades.
El presidente de la Cámara Paraguaya de Carnes, Juan Carlos Pettengill, había calificado de “irresponsabilidad” y “delito muy grande”, lo que se ha cometido. “Acá el país tiene más de 73 mercados. Venimos trabajando hace muchos años en construir lo que es la carne paraguaya y por culpa de un acto ilegal, de una irresponsabilidad y de un delito podemos arriesgar todo”, había declarado a este diario.
Supuesto pedido de coimas
Un ingrediente de este escándalo fue el pedido de coima que supuestamente habrían hecho los entonces ministros de Industria y Comercio, Gustavo Leite, y de Agricultura y Ganadería, Luis Gneiting, este último fallecido luego en un accidente de aviación.
Según trascendió, ambos habrían pedido US$ 600.000 al dueño de Frigorífico Concepción, Jair de Lima, para levantar la sanción de suspensión de importación y de exportación de su empresa.
La denuncia la había hecho el senador colorado Juan Carlos Galaverna. En el hecho también fue involucrado Emilio “Tiky” Cubas.