No hay forma de contener la arena que año tras año transporta el río
No existe manera de contener los sedimentos que arrastra el río Pilcomayo. Cada año se debe trabajar en limpieza del cauce. El país previsor tendrá agua para el invierno. Esta es la realidad.
No hay forma de contener los sedimentos que transporta el Pilcomayo.
La cuenca del río abarca unos 270.000 kilómetros cuadrados; la cuenca alta, en la cordillera de los Andes, 87.000 kilómetros cuadrados; y la cuenca baja, 190.000 kilómetros cuadrados, distribuidos en la planicie chaqueña de Argentina, Bolivia y Paraguay.
Se trata de una cuenca en la cual todos los parámetros se presentan en forma extrema y constituye un desafío a la tecnología moderna en lo que respecta al análisis y comprensión de los fenómenos así como en diseño y ejecución de intervenciones.
En el año 1989, con apoyo de la Unión Europea, se diseñó la metodología de colmatación controlada como mecanismo de intervención para frenar el retroceso del río.
Entre los años 1991 y 1992 se realizó la apertura de canales tanto en Argentina como en Paraguay, conocido a nivel popular como “proyecto pantalón” por su parecido con esta prenda.
El equipo de expertos de la Unión Europa estaba dirigido por el ingeniero holandés Marinus Pool.
Esta metodología tiene detractores pero gracias al “proyecto pantalón” la provincia de Formosa y sobre todo Paraguay aún pueden contar con las aguas del Pilcomayo.
Entre 1940 y 1990 el río llenó su cauce con arena y retrocedió casi 300 kilómetros, lo que da un promedio de cinco a seis kilómetros por año de pérdida de cauce natural.
Hay más. Entre 1983 y 1984 se perdieron 45 kilómetros de cauce natural debido a inundaciones inusuales.
En 1989 el río estaba a solo 80 kilómetros de la triple frontera compartida con Argentina, Bolivia y Paraguay.
Vida útil del canal
Gracias al “proyecto pantalón” se logró contener el retroceso natural del río y hoy día tenemos poco más de 60 kilómetros hasta el punto trifinio.
Si no hubiera sido por esta metodología, Paraguay hubiera perdido en forma definitiva al Pilcomayo hace 20 años.
El mecanismo de contención de sedimentos tiene vida útil porque los sedimentos siguen bajando; se distribuyen en ambos territorios, pero hoy día ambos canales están saturados de un inmenso arenal.
Se requiere en forma urgente rediseñar el mecanismo que estamos empleando para contener los sedimentos; tanto Argentina como Paraguay tienen el mismo nivel de responsabilidad.
Hoy día, por ejemplo, el nivel de los primeros 10 kilómetros del canal paraguayo está por encima de la cota lindante: se convirtió en un “canal colgante”.
Esto explica la necesidad de emplear dragas en la limpieza del canal porque este equipo puede arrojar los sedimentos hasta 100 o 150 metros por detrás del muro.
Ninguno de los dos países puede pegarse el lujo de perder al Pilcomayo, muy especialmente Paraguay. manifestó Heisecke.
“No existe tal deuda”
Al respecto consultamos con el viceministro de Finanzas del MOPC, Carlino Velázquez, quien respondió que no existe una deuda de la cartera por el monto señalado. “Lo que estamos cerrando son las deudas del mes que con las contratistas. No se de donde vienen esos US$ 200 millones que mencionan. Tal vez se refieren a reclamos, pero aún así no tendría ese monto, sería entre US$ 40 millones y US$ 60 millones y ahí están los convenios modificatorios, intereses atrasados, devolución de impuestos, retención, etc”, sostuvo. “No son deudas en mora por obras del año pasado, por ejemplo; pero sí van a presentar reclamos también debe estar documentados”, agregó.
En cuanto a atrasos que corresponden a este año, dijo que rondarían los US$ 6 millones, y añadió que serán pagados a inicios de 2019.