Una tradición que cumple 65 años
La mágica tradición de la familia Sabaté de Luque de instalar un pesebre gigante hidráulico cumple 65 años. El creativo e inigualable espacio puede ser visitado desde el sábado 22 de diciembre último y permanecerá hasta el 30 de este mes de 18:30 a 22:30, todos los días. El acceso es libre y gratuito.
LUQUE (Gladys Villalba, corresponsal). La figura de un carpintero con un serrucho con más de 20 años de antigüedad se une este año a las 200 piezas que cuenta el pesebre gigante de la quinta Sabaté (Yrendagué y Benigno González del barrio Bella Vista).
La imagen se agrega al lijador y a otro carpintero que fabrica una silla, expresó Esteban Sabaté, que junto a sus hijos, Vivian, Marlene, Arturo y Adrián, cada 8 de diciembre comienzan con los preparativos para instalar el espacio.
Las piezas en movimiento dejan asombrados a los visitantes. Con la fuerza del agua a través de un sistema hidráulico creado dentro del pesebre, cada una de las piezas emite una mágica melodía de campanas y representan la cultura paraguaya que transporta a increíbles historias contadas por nuestros padres y abuelos.
La tradición cumple 65 año e inició con don Esteban Sabaté (+) en 1953 colocando la Sagrada Familia sobre una ajada mesa de madera que tenía la familia. Luego de la muerte del creador, su hijo, también llamado Esteban, decidió continuar representando el nacimiento del niño Dios, pero de una forma poco común e inspiradora.
En el pesebre hidráulico podrán encontrar al campesino que trabaja la tierra, a la guapa mujer paraguaya que cocina en el tatakua, a la lavandera, la burrerita, el lechero; la carreta tirada por bueyes, a las tejedoras del ñandutí, a la vendedoras de yuyos y a los infaltables músicos que representan a la ciudad como el arpista y el guitarrista.
Como cada año fue habilitado para el público el 22 de diciembre y podrá ser apreciado hasta el 30 de este mes de 18:30 a 22:30.