Los desafíos que esperan a Bolsonaro en el Brasil
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, asumirá el 1 de enero el cargo con la promesa de dar un giro resuelto en la política del mayor país de América Latina, gobernado en la última década y media por una corriente socialista, defensora de la dictadura comunista.
RÍO DE JANEIRO (AFP). Su contundente victoria electoral y una popularidad de 75% le aseguran un incuestionable vigor para iniciar su mandato de cuatro años, pero los desafíos que le esperan son enormes, tanto por las crisis que vive el país como por su programa de ruptura en temas económicos, políticos y sociales.
Reformas económicas
Brasil es una potencia exportadora de materias primas, pero aún está saliendo de una recesión histórica que revirtió muchos de los logros del estelar período de bonanza disfrutado una década atrás.
Bolsonaro designó al liberal Paulo Guedes como su superministro de Economía, para impulsar reformas que disminuyan la creciente deuda brasileña, principalmente a través de privatizaciones y reformas fiscales e incentivando la inversión extranjera.
Uno de los desafíos centrales será modificar el régimen de jubilaciones, una reforma constitucional que requiere de mayorías cualificadas en el Congreso.
El Partido Social Liberal (PSL) de Bolsonaro es la segunda bancada de la Cámara de Diputados, pero cuenta con poco más del 10% de los escaños en un Congreso muy segmentado.
“Bolsonaro tendrá dificultades para implementar su agenda fiscal”, opina Mayra Rodríguez Valladares, una consultora y especialista en política latinoamericana de MRV Asociates.
Rodríguez agrega que una fuerte caída este mes en los precios del petróleo –producto que Brasil exporta– sumada a una desaceleración en China, su principal socio comercial, generó dificultades para la economía de Brasil.
Diplomacia
Bolsonaro ha anunciado ya que retirará a su país del Pacto global de Migración de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y evalúa hacer lo mismo con el Acuerdo de París sobre el cambio climático.
En la misma línea, asomó la posibilidad de mudar la embajada de Brasil en Israel de Tel Aviv a Jerusalén.
Ha dicho que hará todo lo que esté en su poder “dentro de la democracia” para presionar a las dictaduras de Cuba (comunista) y Venezuela (filocomunista).
Seguridad
Las dos principales promesas de Bolsonaro son bajar los índices de criminalidad en Brasil y acabar con la corrupción.
El excapitán del Ejército quiere flexibilizar las leyes para que “gente de bien” pueda poseer armas con el objetivo de poder defenderse, en un país donde el año pasado hubo casi 64.000 homicidios.
Corrupción
Bolsonaro es uno de los pocos políticos brasileños que no fue salpicado por los grandes casos de corrupción desatados en los últimos años en el Brasil.
La lucha contra la corrupción, encarnada desde 2014 por la Operación “Lava Jato” (Lavadero de autos), ha puesto tras las rejas a decenas de políticos y empresarios, algo hasta entonces inusual en la escena brasileña.
Capitalizando la buena imagen de la operación, Bolsonaro nombró ministro de Justicia a Sérgio Moro, el juez que encabezó esas investigaciones.