Empresa defiende discutida obra que cercena Botánico
Los dos viaductos proyectados para la zona del Jardín Botánico, en el marco de la Costanera II, son calificados por urbanistas como obras “anacrónicas”, porque están pensadas en agilizar tránsito de vehículos por encima de la funcionalidad de la ciudad y el respeto a los patrimonios naturales e históricos. La contratista defiende el plan y asegura que traerá beneficios a la comunidad.
“El Corredor Vial Botánico optimizará el tránsito de los 40.000 vehículos (unas 100.000 personas) que pasan diariamente por la zona, en tanto que las obras complementarias beneficiarán a los residentes, y además sumarán 32 hectáreas de espacio verde al Jardín Botánico”, dice parte del comunicado de la contratista del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) enviado a la prensa el viernes. Estas obras son parte de la Costanera II, valuada en US$ 116 millones.
De acuerdo con los datos, se contempla la instalación de un viaducto de 1.340 metros de extensión que atravesará Sacramento, Artigas y la calle Fiebrig; también un paso a desnivel de 460 metros sobre Primer Presidente y la ampliación a cuatro carriles de la interconexión de la Autopista Ñu Guasu y la Transchaco.
“El Corredor Vial Botánico es un proyecto más amplio que el inicial, que en principio contemplaba la construcción de un túnel de 300 metros de longitud .El mismo fue descartado porque solo daba una solución parcial al problema del tráfico, además representaba un problema debido a la existencia de varios servicios públicos de gran magnitud en la zona, lo cual iba a afectar a 1.700.000 usuarios. Como alternativa se optó por la construcción de un viaducto, que incorpora una serie de obras complementarias. Las modificaciones representan un aumento del 6% en comparación al costo inicial del túnel”, dice el comunicado.
Al respecto, el concejal de Asunción, Federico Franco Troche, arquitecto urbanista, sostuvo que muy por el contrario, una megaobra como la proyectada es una apuesta “absolutamente anacrónica”, basada en un pensamiento que se tenía en los años 60 y 70 de que los vehículos podrían solucionar los problemas de urbanidad. En conversación con ABC, dijo ayer que en esa época “se confiaba en que la industria automotriz americana pudiera resolver el problema de la movilidad de la ciudad”, pero hoy, décadas después, en el mundo “se están derribando viaductos, recuperando espacios públicos, al peatón, a movilidades alternativas y sobre todo al transporte público”, pues más rutas solo traerán más autos.
En este caso, se cambió un proyecto original que preveía un túnel de 300 metros, no había propuesta de viaducto, por lo que la afectación al Botánico era cero. “Tenía una serie de ventajas. Estaba más acorde a revalorizar el paisaje urbano como uno de los atractivos de la ciudad. Este nuevo proyecto desconoce completamente el entorno donde se implanta, cercena parte del Botánico, degrada el patrimonio natural, cultural, paisajístico. Va a quedar aislada (la obra) de la ciudad tradicional”, resaltó.
Es que los dos viaductos van a afectar 1,6 Ha. del Jardín Botánico, reserva natural, y también propiedades privadas. Según el dato oficial, se tiene el visto bueno del 92% de los afectados, pero hay un grupo de vecinos que viene protestando contra la obra y que asegura que ni siquiera hubo una correcta socialización de los datos de la obra, que aún no tiene la aprobación de la Municipalidad. “Ahora la obra está en la etapa de aprobación del proyecto ejecutivo. Tengo entendido que la intendencia sigue analizando por eso aún no dio la autorización de autorizar los trabajos”, dijo Troche.
Con Troche coinciden otros profesionales urbanistas, entre ellos, el Arq. Jorge Rubbiani en lo que respecta a los cuestionamientos hacia la obra y la invasión al Botánico, al igual que la Arq. Mabel Causarano.