El Hospital de Limpio, botín de seccionaleros
El hospital materno-infantil de Limpio se convirtió en un botín manejado por seccionaleros. Urgencias está siempre abarrotado y las quejas de los usuarios por las horas de espera para acceder a los servicios, la falta de medicamentos e insumos básicos son una constante, así como denuncias de maltratos.
El ministro de Salud Pública, Julio Mazzoleni, designó el 6 de setiembre como directora del hospital materno-infantil de Limpio a la doctora Cynthia Cardozo. La galena es operadora colorada y esposa del doctor Gustavo Pereira Bello, expresidente de una seccional de Limpio, que ocupó la dirección del centro asistencial limpeño durante la presidencia de Nicanor Duarte Frutos y fue destituido por denuncias de graves irregularidades.
También nombró al licenciado Salvador Duarte Caballero como jefe del Departamento de Enfermería; Filemón Cañete como encargado de Recursos Humanos y a Selva Noguera Giménez, como jefa del departamento de Bioestadística. Para estas designaciones no se tuvieron como parámetro la capacidad, sino el “mérito partidario”, y como consecuencia los servicios se volvieron deplorables, según las denuncias.
Las quejas de los usuarios por la pésima atención, falta de médicos especialistas, insumos y de medicamentos, así como por los maltratos que reciben pacientes de parte de funcionarios son una constante. Atendiendo al caótico funcionamiento y las carencias, muchos enfermos prefieren acudir a sanatorios privados o nosocomios de otros distritos para consultar por sus dolencias.
Actualmente, un promedio de 400 personas acuden a diario al hospital para consultar con alguna de las especialidades existentes, como clínica médica, pediatría, odontología y otros.
Una pobladora de la compañía Isla Aveiro, Romina Cantero, que el jueves aguardaba en el sector de urgencias para ser atendida, expresó que el centro asistencial está cada vez peor. Dijo que siempre debe aguardar más de dos horas para que un médico le atienda.
Se hace fila para conseguir insumos y medicamentos en la farmacia y cuando finalmente llegan a ventanilla, el funcionario informa que no hay gasas, jeringas y otros, dijo la mujer.
Elizabeth Domínguez, pobladora del barrio Santa Lucia, relató que en el hospital también se debe soportar el maltrato de algunos funcionarios a los pacientes. Dijo que muchos actúan con prepotencia e incluso denigran a los usuarios.
“Es una vergüenza el estado actual del hospital de Limpio”, señaló.