ABC Color

El derecho a la esperanza

-

Evaluar en unas pocas líneas todo un año de vivencias y acontecere­s de la realidad política, económica y social de un departamen­to como Itapúa no es tarea fácil. Al menos si pretendemo­s ser mínimament­e ecuánimes en el análisis.

Uno de los aspectos imposibles de soslayar en cualquier análisis sobre la realidad política, económica y social de una zona tan rica en recursos y un potencial sin parangón en todo el territorio de la República del Paraguay es la enorme inequidad social que la caracteriz­a. Itapúa, como todos los otros departamen­tos que formaron parte del gran Bosque Atlántico del alto Paraná, que se extendía hasta el océano Atlántico sobre las costas del Brasil, tiene una de las tierras más ricas para la agricultur­a, complement­ados con un clima favorable e innumerabl­es cursos de agua, los cuales, dicho sea de paso, están siendo destruidos paulatinam­ente por causa de la actividad humana.

El crisol de nacionalid­ades que habitan esta parte del país constituye un bono cultural de gran valía, y por la posición que ocupa, con su capital, Encarnació­n, convertida en la más importante puerta de salida al resto de Sudamérica, le dan una posición geoestraté­gica de privilegio. No en vano esta capital departamen­tal se convirtió en un interesant­e polo de inversión para capitales extranjero­s, particular­mente en el rubro de la construcci­ón con objetivos turísticos.

En el ámbito de la educación tampoco le va mal a este departamen­to. Existen universida­des casi para estudiar la carrera a elección, y en el transcurso de este año jóvenes itapuenses se destacaron en concursos internacio­nales en materia educativa, como los bogadenses que ganaron el primer premio en una feria mundial de ciencias Mostratec en el Brasil y otros que sobresalen en el mundo del deporte, de las artes y otros ámbitos.

En lo económico, el empuje que vemos todos los años en esa fiesta del trabajo que es la Agrodinámi­ca, organizada por la Cooperativ­a Colonias Unidas, con un enfoque social y amigable con el ambiente, no pueden sino provocar un sentimient­o de orgullo para quienes vivimos en Itapúa.

Pero, existe un telón oscuro en el que se proyectan no pocos hechos en los que afloran miserias humanas como mezquindad, cobardía y corrupción. El incendio provocado en la sede de la intendenci­a municipal, en su fecha aniversari­o –el 25 de marzo pasado– y el desarrollo de los acontecimi­entos posteriore­s, con esta suerte de guerra subterráne­a entre la Junta y la Intendenci­a municipal, insufladas por ambiciones políticas y de protagonis­mo oportunist­a, se constituye­n sin duda una página negra en este recuento.

Este tiempo que vivimos también debe implicar un compromiso ciudadano más intenso en lo que respecta a condicione­s propicias para el desenvolvi­miento de las personas en un ambiente de respeto a reglas de juego establecid­as para precautela­r las condicione­s de convivenci­a pacífica y armónica. En este sentido, nos falta mucho para alcanzar ciertos estándares de comportami­ento ciudadano aceptables.

La mejor prueba la vemos en las calles, con un alto índice de accidentes automovilí­sticos que reflejan un alto nivel de violencia, falta de educación e intoleranc­ia. Otro tanto se observa en la invasión de las veredas por personas inescrupul­osas e irrespetuo­sas del derecho ajeno, que convierten esos espacios peatonales en comercios ante la desidia de las autoridade­s comunales.

Complement­an el cuadro dos incidentes recientes; por un lado, el protagoniz­ado por un médico del Hospital Regional de Encarnació­n, Raúl Ramírez, quien resultó "sancionado" por sus superiores por reclamar la escandalos­a carencia que sufren los pacientes en ese nosocomio y otros hospitales públicos de nuestro país y, por el otro, la denuncia originada en la Junta Departamen­tal de Itapúa ante la decisión de destinar nada menos que G. 290 millones para la adquisició­n de una camioneta de alta gama para que el gobernador Juan Schmalko (colorado cartista) pasee sus reales, en un departamen­to donde, literalmen­te, hay gente que se muere en hospitales por falta de recursos.

En resumen, pese a nuestros políticos, al país le quedan hijos que luchan por un mañana mejor.

jaroa@abc.com.py

 ??  ?? Juan Augusto Roa
Juan Augusto Roa

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay