“Política pura” y “tinte partidario”
Muchas asignaturas pendientes quedaron en el año 2018, en áreas de salud, obras públicas, educación y servicios sociales. El más espinoso es el área de la salud, que a pesar de los “parches” inaugurados el viernes último en los hospitales de San Juan Bautista y de San Ignacio (Misiones) con la habilitación de salas de terapia intensiva de adultos y para niños, quedan nosocomios que funcionan en condiciones calamitosas.
La Entidad Binacional Yacyretá (EBY) invirtió en los dos hospitales G. 5.600 millones. Solucionará en parte un grave problema de hace años: la falta de terapia intensiva para adultos y para niños en el octavo departamento y gran parte de la zona sur de nuestro país.
El director paraguayo de la EBY, Nicanor Duarte Frutos, dijo en su discurso, en el acto cumplido en San Ignacio, que la realización de estas obras son “política pura” porque beneficiará a la población de diversos partidos y credos, y no política partidaria. Pero, no deja de tener tinte político partidario.
En cada acto, el director de la EBY, Duarte Frutos, muy hábil como político, utiliza la retórica para ganar adeptos en su afán de continuar su carrera política. Habló de “biopolítica”, que es la acción del Estado en buscar preservar la vida y mejorar la calidad de vida de la población. Lastimosamente, los sectores más vulnerables siguen sin acceder al anhelado servicio.
Las unidades de terapia son de urgente necesidad. Pero la infraestructura del Hospital Regional de San Juan Bautista está a punto de colapsar. También las otras unidades de salud familiar y puestos de salud necesitan reparaciones y construcciones nuevas.
Ese es un drama no solo de Misiones, sino es a nivel país. La precariedad de los centros asistenciales, escasez de medicamentos, necesidad de recursos humanos y de equipos modernos, requieren de urgentes planes para solucionarlos. Sin embargo, el trabajo de los políticos debe ser de servicio a la comunidad y de búsqueda del bien común; pierde naturalidad cuando se le da el ropaje del interés partidario.
Para evitar esa manipulación al estilo de políticos como Duarte Frutos, la salud y la educación; obras públicas, viviendas, servicios sociales y otras áreas deben ser consideradas políticas de Estado. De esta manera cada gobernante tendrá la obligación de continuar los planes, culminar las obras y apuntar al desarrollo.
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