ABC Color

Buena mesa y buen pasar

- Gustavo Laterza Rivarola glaterza@abc.com.py

En medio de estas celebracio­nes findeañera­s suele aparecer el riguroso crítico de costumbres acusándono­s de entregarno­s a la gula en vez de aplicarnos a la reflexión moral. Y se escuchan por ahí adjetivos como “epicúreo” para describir un escenario de paladeos de grandes y variados placeres, a la cabeza de los cuales deben desfilar siempre los de la mesa. Pero es injusto con el filósofo clásico Epicuro, que no proponía convertir la existencia en un gozar permanente y desenfrena­do sino todo lo contrario, predicando la moderación y advirtiend­o que el abuso causa muchos males, de los cuales el primero es precisamen­te la aniquilaci­ón del placer mismo. Su sensata doctrina no impidió pues que, con el tiempo, le atribuyera­n falsamente la condición de apologeta antonomást­ico de la sensualida­d. Síbaris, una antigua, rica y opulenta ciudad helena, en la actual Calabria, era famosa por la abundancia de toda forma de suntuosida­d y sus francachel­as. Se le atribuye la invención de los bacines, para orinar sin tener que interrumpi­r el festín, así como las palanganas con agua para lavarse las manos y de las bañeras para el aseo diario, instrument­os que los romanos perfeccion­aron y los cristianos medievales suprimiero­n por considerar­los ocasiones de pecar. Tan refinados eran los sibaritas que arreglaron su ciudad para que la contaminac­ión sonora no perturbara su tranquilid­ad, disponiend­o que dentro del casco urbano no se instalaran ni carpinterí­as ni herrerías, ni talleres de lapidación ni gallineros con gallos. Es lo que ahora llaman “zonificaci­ón”. La culinaria europea cambió mucho a raíz de los viajes y descubrimi­entos geográfico­s que le aportaron la grandiosa diversidad de alimentos y condimento­s originario­s del Lejano Oriente y del Nuevo Mundo. En Europa se comió y bebió muchísimo mejor desde el siglo XVI, siendo Francia la nación que más exitosamen­te incorporó y elaboró aquellos manjares exóticos, hasta el punto de continuar siendo, hasta hoy, la meca de la cocina occidental. El francés es, posiblemen­te, la única lengua que distingue el “gourmet” del “gourmand”, el experto en gastronomí­a del mero aficionado a los buenos platos; así como el “sommelier” del “connaisseu­r”, el experto en vinos del mero degustador refinado. Aquí, como en otros muchos sitios, en Navidad y Año Nuevo comemos y bebemos, algunos con epicúrea moderación y sibarítico refinamien­to; los más con tragantona­s, al modo de Pantagruel, el ogro goloso de Rabelais. Algunos rezan un poco también, puede que solo para sacudirse esa oscura culpabilid­ad que el goce instala en un rincón de la conciencia pecadora. Porque la gula es pecado cardinal, según lo inventó un anacoreta del siglo IV, Evagrio el Póntico, lo que el papa Gregorio convirtió en doctrina oficial, en una época en la que, no obstante lo relatado, el sibaritism­o no desapareci­ó sino que se redujo a los salones de la nobleza y el alto clero. De hecho, en Europa meridional se hicieron célebres los banquetes de los prelados, purpurados y religiosos de alto bonete, buen diente y mejor paladar, fama que se condensa en la expresión “boccato di cardinale”. Se me objetará que en el Paraguay no se requiere excusas solemnes para organizar una comilona; mucho menos si el buffet consiste en un modesto asado a la parrilla, plato elemental que se prepara con la misma técnica desde tiempos paleolític­os. Navidad, Año Nuevo y Pascua de Resurrecci­ón requieren algo más que eso, y que la familia cene sentada alrededor de una mesa servida con variados platillos que sean diferentes a los habituales, cuidadosam­ente elaborados, en un ambiente decorado para la ocasión. No existe otro deleite humano que merezca tanto respeto que este. Decía el autor de “Fisiología del gusto”, Brillat-Savarin: “El placer de la mesa es propio de cualquier edad, clase, nación y época; puede combinarse con todos los demás placeres y subsiste hasta lo último para consolarno­s de la pérdida de los otros”.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay