Abreu bendijo estancia del consuegro
En Filadelfia (Chaco) todavía recuerdan el día que vieron pasar al pastor Emilio Abreu por el hotel de la ciudad junto a José Alberto Alderete, su consuegro y miembro del Centro Familiar de Adoración (CFA).
Fue un día a mitad de semana del año 2011, probablemente setiembre, cuando fue a bendecir la estancia ALFA que Alderete dice que no era suya y que recién desde hace seis meses compró parte de la sociedad Espartillar SA (a su vez dueña de dicha hacienda).
Testigos consultados dicen haberlos visto en el hotel existente en Filadelfia. Que salieron del lugar hacia la estancia donde luego se dijo que la misma fue bendecida. Retornaron ya en horas de la tarde por lo que habrían almorzado en el predio.
Tras la jornada, una reducida comitiva pernoctó en el hotel de Filadelfia esa noche y retornó a Asunción al día siguiente.
La camioneta
En el 2009 José Alberto Alderete compró una camioneta cero kilómetros de alta gama y de procedencia japonesa, de color beige, a su hija Rose Marie, entonces de 22 años.
En el 2011, año en que
Abreu bendijo la estancia de su consuegro –que Alderete dice que no era suya– la camioneta que había comprado para su hija Rose Marie se puso en funciones de la sociedad Espartillar SA.
Facturas de repuestos y arreglos de la camioneta salían inicialmente a nombre de la hija de Alderete, del vehículo con chapa OAK. Así fue desde que se adquirió hasta mayo del 2011.
Pero desde agosto del 2011 el vehículo pasó a formar parte de la flota de Espartillar SA. O sea, un bien de la hija de José Alberto Alderete, adquirido por él mismo, empezó a formar parte del patrimonio de la sociedad abierta por su exsecretario Juan Ernesto Snead (funcionario de Yacyretá y del MOPC) y por Felix Acosta López (ex embajador en España y jubilado de Cancillería).
Todas las personas vinculadas a este negocio descomunal, financiado en efectivo y en dólares fueron o son funcionarios públicos, de orígenes modestos, sobre todo Alderete. Las declaraciones juradas de los mismos son inconsistentes con sus movimientos y en algunos casos hasta ocultaron en forma ilícita los inmuebles.