Patrón denuncia que la Fiscalía le ofreció libertad a cambio de silencio
Stiben Patrón, dirigente liberal imputado por la supuesta posesión de bombas molotov durante las manifestaciones del 31 de marzo de 2017, denunció que desde el Ministerio Público quisieron “arreglar” el caso debido a la falta de pruebas. A cambio de su li
“El fiscal Aldo Cantero intentó negociar con nosotros a través de chantajes sobre la causa de los molotov”, dijo Patrón en conversación con radio ABC Cardinal.
El activista liberal señaló que Cantero les reconoció que no tienen prueba alguna para sostener el juicio en contra de quienes fueron imputados por supuestamente tener bombas molotov durante las protestas del 31 de marzo de 2017 surgidas luego de que un grupo de senadores intentara aprobar la reelección presidencial a través de la enmienda de la Constitución Nacional.
Cantero los citó a su oficina, en Mariano Roque Alonso, y allí les dijo que no había elementos pero les propuso aceptar los hechos y conseguir una salida procesal, a lo que se negaron, expresó.
Patrón indicó que le pidieron a Cantero el sobreseimiento provisional, lo que estuvo a punto de ser aprobado, pero finalmente ello no sucedió debido a que la fiscala general Sandra Quiñónez se habría molestado por las críticas que hicieron en su contra. “Aldo Cantero me dijo que la fiscala general se enojó por mis declaraciones y que ahí se terminaron las negociaciones”, reveló a la radio 730 AM.
El activista liberal manifestó que Quiñónez le envió varios mensajeros pidiendo que ya no la critique porque supuestamente eso le creaba problemas con el expresidente Horacio Cartes.
“Ella sigue chantajeándonos para que admitamos una culpa que no tenemos, se sabe –de– sus vínculos con Cartes encima”, aseveró.
Relató que el propio perito de la Fiscalía concluyó que no se podía determinar la existencia o no de bombas molotov. “Ellos están buscando que nosotros admitamos la causa de los molotov, pero no hay ninguna prueba”, dijo.
“Me ofrecieron libertad a cambio de mi silencio”, insistió.
El único testigo es el suboficial Gustavo Florentín, imputado por el asesinato del activista Rodrigo Quintana y quien sostiene que había bombas en el lugar para justificar el ingreso a la sede del PLRA.