Superar el atraso
El Ñeembucú es uno de los departamentos que muestran más atraso en la geografía nacional. Su precaria red vial, en su mayoría de terraplén y otros con pavimento del estilo picapiedras, es una de sus mayores limitaciones, pero no la única.
La capital departamental sigue siendo una ciudad vulnerable ante las lluvias. Los vecinos de los sectores bajos sufren el anegamiento de sus viviendas con cada precipitación importante.
En el área rural, no hacen falta grandes lluvias para tener las aguas ocupando gran parte de los terrenos productivos. Obras sin planificación y la desidia de las autoridades que no se ocuparon de la limpieza de los canales de arroyos y esteros, hacen que el paisaje del Ñeembucú semeje un lago interminable.
En el área de la salud, las derivaciones a centros asistenciales de Asunción o el nordeste argentino continúa siendo la norma en el caso de afecciones importantes. La infraestructura del sector educativo no es de las mejores, y muestra que el dinero de Fonacide, al ser mal utilizado, no fue capaz de eliminar las letrinas en las escuelas rurales ni impedir que varias sigan sin energía eléctrica o agua potable.
En la relación con los vecinos de la Argentina, el avance más importante sigue siendo la inversión realizada en el año 1991, con la habilitación del servicio de balsa entre Pilar y Puerto Cano, quedando postergada por décadas la promesa de instalar un puente en esta parte de la frontera.
El anuncio de la pavimentación de rutas, como la que llevan a Laureles y Cerrito, la construcción de las costaneras de Pilar y Alberdi, deberían concretarse sin demora, para sembrar nuevamente el optimismo.
El MEC, la Gobernación y las comunas, deben aplicar sus inversiones de manera más justa, privilegiando los locales educativos que en pleno siglo 21 siguen sin agua, luz, ni sanitarios dignos. Los hospitales del departamento, deben ser reforzados con mejor equipamiento, edificios acordes y especialistas.
Estos son solo algunos puntos en los que los gobernantes están en deuda con el Ñeembucú.