No hay visión país
La clase política se aplazó en esta transición hacia la democracia. La libertad es el único valor que se logró en tres décadas de apertura, así como el derecho a peticionar aunque las autoridades de turno desoigan los pedidos de la ciudadanía.
Los demás pilares de la democracia, la institucionalidad de la República, deber y responsabilidad de las autoridades; la igualdad de derecho y el respeto a la Constitución y las leyes se tiraron por la ventana.
Por el contrario se perfeccionaron la corrupción, el clientelismo político, el tráfico de influencias, nepotismo, manipulación partidaria con fines electorales y enriquecimiento ilícito.
Estos vicios ya se pusieron en práctica durante la dictadura de Alfredo Stroessner (1954-1989). Solo que en el régimen de hierro fueron los dirigentes colorados quienes manejaban a los hurreros y operadores para lograr sus privilegios.
Pero en esta transición, la maniobra política no es prerrogativa solo de dirigentes de la Asociación Nacional Republicana (ANR), sino también de afiliados del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), salvo pocas excepciones, incluso de los demás partidos y movimientos.
En este escenario el país no tiene futuro ni posibilidad de desarrollo, porque el clientelismo priva a la ciudadanía de obrar con criterio propio, así como reaccionó gente de las ciudades de Luque y San Lorenzo.
La formación ciudadana es la única vía para lograr que las autoridades dejen el oportunismo y la vida cómoda a costa del erario público.
Sin embargo, es necesario mayor conciencia y formación cívica para desprenderse de los mercaderes, contrabandistas y “líderes” que manejan a su antojo por migajas a sus partidarios.
La opinión pública se pregunta ¿qué pasó en esta larga transición que no se pudo alcanzar el crecimiento y desarrollo?
La Cámara de Diputados y el Senado son el reflejo fiel de pocos cambios, porque ahí están, en su mayoría, quienes ya fueron electos en periodos anteriores.
La política es un servicio y búsqueda del bien común. Los valores de honestidad, responsabilidad, civismo y tolerancia están perdidos en esta transición.
Es penoso, pero con esta clase política no hay visión de país para el desarrollo.