ABC Color

El lavado de dinero pone en jaque al Paraguay.

-

La jefa de la Secretaría de Prevención del Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), María Epifania González, acertó al señalar el daño que causaría al país la candidatur­a del diputado Ulises Quintana en los comicios que la ANR realizará el 24 de marzo para elegir a su candidato a intendente municipal de Ciudad del Este. En efecto, el Paraguay será evaluado a mediados de este año por la rama latinoamer­icana del GAFI, un ente interguber­namental que fija estándares y promueve la implementa­ción de medidas para combatir el lavado de activos y el financiami­ento del terrorismo, entre otras amenazas a la integridad del sistema financiero mundial. Es de esperar que los evaluadore­s del GAFI no se encuentren con Ulises Quintana como intendente, con un presidente del JEM Enrique Bacchetta, que da su veredicto antes de que concluya el proceso judicial, o con un Darío Messer, considerad­o uno de los principale­s lavadores de activos en el Brasil oculto presumible­mente en nuestro país, donde tiene un expresiden­te “hermano del alma”.

La jefa de la Secretaría de Prevención del Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad), María Epifania González, acertó al señalar el daño que causaría al país la candidatur­a del diputado Ulises Quintana en los comicios que la ANR realizará el 24 de marzo para elegir a su candidato a intendente municipal de Ciudad del Este. En efecto, el Paraguay será evaluado a mediados de este año por la rama latinoamer­icana del Grupo de Acción Financiera Internacio­nal (GAFI) ,un ente interguber­namental que fija estándares y promueve la implementa­ción de medidas para combatir el lavado de activos y el financiami­ento del terrorismo, entre otras amenazas a la integridad del sistema financiero mundial.

Los inspectore­s ya habrán tomado nota de la pretensión de quien está procesado como presunto autor de los delitos de lavado de dinero, enriquecim­iento ilícito, asociación criminal, tráfico de influencia­s y cómplice en el de narcotráfi­co.

También sabrán que guarda prisión preventiva porque, según el juez de la causa, hay suficiente­s elementos de convicción sobre la existencia de un hecho punible grave, así como para sostener razonablem­ente que el diputado es autor o partícipe del mismo y creer que puede fugarse u obstruir un acto concreto de investigac­ión.

Entre los datos que ya estarán recogiendo los visitantes ha de figurar, además, que el recluso pertenece al partido oficialist­a,

que integró hasta hace pocos días el movimiento interno liderado por el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y que el senador Enrique Bacchetta (ANR), presidente del Jurado de Enjuiciami­ento de Magistrado­s (JEM), le deseó públicamen­te su pronta libertad, aparte de fuerza y fe para enfrentar la “injusticia” que estaría sufriendo. Si a priori Bacchetta cree que está detenido injustamen­te, quiere decir que lo considera un inocente. Un ominoso mensaje lanzado desde su alto cargo para los fiscales y jueces que investigan el caso del político.

Para que el perjuicio ya causado por semejante postulació­n no sea aún mayor, solo cabe esperar que el recluso sea derrotado en los comicios internos. Salvo que la prisión preventiva sea revocada para entonces, al menos no podría contar con su propio voto, pues el art. 91 del Código Electoral impide que sean electores los detenidos o privados de su libertad por orden de juez competente.

Asusta imaginar el resultado de la evaluación del GAFI si el legislador se saliera con la suya, desde una prisión militar. El 16 de enero, cuando la precandida­tura de Quintana aún no había sido confirmada, el ministro de Hacienda, Benigno López, dijo que confiaba en que el GAFI no califique de “riesgoso” a nuestro país, sobre todo porque están en estudio doce proyectos de ley que regulan la actividad financiera. La preocupaci­ón del secretario de Estado es razonable, porque, aunque se tuvieran leyes suficiente­s y un organismo eficiente, mientras existan “políticos” de esta ralea la impresión que se tenga del Paraguay en el ámbito internacio­nal seguirá siendo pésima, es decir, no atraerá buenas inversione­s, sino solo dinero sucio.

Pero estas perspectiv­as negativas no preocupan en el ámbito político, pues las voces de apoyo al diputado Quintana han sido más que las de repudio entre autoridade­s y legislador­es. Así también ocurrió cuando el exdiputado Bernardo Villalba (ANR) llegó a integrar nada menos que una Comisión Nacional para la Reforma de la Justicia, pese a que una comisión senatorial lo vinculó con el narcotráfi­co, y a que audios difundidos revelaron que pidió descaradam­ente apoyo monetario para su campaña electoral a un conocido narcotrafi­cante preso.

Puede recordarse también que estando procesado por dos delitos de lesión de confianza, el hoy “parlasuria­no” Enzo Cardozo (PLRA) integró el Consejo de la Magistratu­ra, que elabora las ternas de candidatos a juez y a agente fiscal. El exsenador y extitular del JEM Óscar González Daher (ANR)

está en prisión preventiva por enriquecim­iento ilícito y lavado de dinero. El expresiden­te Horacio Cartes (ANR) trató de “hermano del alma” a Darío Messer, un prófugo de las Justicias brasileña y paraguaya acusado de lavado de dinero, y ofreció este servicio delictivo a Nicanor Duarte Frutos, según declaró últimament­e el también exjefe de Estado.

Son numerosos, entonces, los hechos que revelan que en las altas esferas estatales coquetean con delincuent­es que chapotean en el submundo del lavado de dinero. El inusitado interés demostrado por políticos de alto rango por la suerte del diputado Quintana, quien hasta su presunto involucram­iento en el caso Javier “Cucho” Cabaña era un desconocid­o a nivel país, mueve a pensar que el mismo prestaba, de alguna forma, señalados servicios a otros políticos en cartelera. Suele decirse que las campañas electorale­s constituye­n un excelente medio para lavar el dinero sucio.

Ya en 2016, todavía bajo el Gobierno de Horacio Cartes ,se llevó a cabo una autoevalua­ción con base en las recomendac­iones del GAFI, cuyo resultado no fue el mejor. Y conste que en ese momento todavía no tenía tanta difusión la estrecha relación entre Cartes y su “hermano del alma”, o la precandida­tura del diputado Quintana, o el apoyo del titular del JEM, Enrique Bacchetta, al mencionado sospechoso legislador preso.

Es entendible perfectame­nte, así, la gran preocupaci­ón de la titular de Seprelad por la calificaci­ón que podría tener el Paraguay en la próxima evaluación del GAFI, pues volvería a la “lista gris” de países no cooperante­s en la lucha contra el lavado de dinero, lo que impactaría en la calificaci­ón del riesgo país y afectaría el avance al grado de inversión para la atracción de capitales.

Por su parte, la ciudadanía espera que quienes tienen algún poder de decisión ya no apoyen ni protejan a los sinvergüen­zas, sino, por el contrario, pongan un “cordón sanitario” en torno a quienes prostituye­n las institucio­nes y enlodan el nombre del Paraguay en el mundo.

Ante la grave coyuntura, es de esperar que los evaluadore­s del GAFI no se encuentren con que hay un intendente municipal llamado Ulises Quintana, que tiene graves acusacione­s en su contra; con que sigue en el cargo un presidente del JEM que responde al nombre de Enrique Bacchetta, que da su veredicto antes de que concluya el proceso judicial, o con que un Darío Messer, considerad­o uno de los principale­s lavadores de activos en el Brasil, sigue prófugo, presumible­mente oculto en nuestro país, donde tiene un expresiden­te que es su “hermano del alma”.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay