Deforestación salvaje
Los plebeyos están procediendo a la destrucción sistemática de la naturaleza con fines lucrativos. Esto se puede constatar sobre todo en el Chaco y Zonas del Guairá y Caazapá. La naturaleza es de la humanidad, no pertenece al Estado, a ningún particular, ni órgano alguno. El propietario de un inmueble puede disponer del mismo siempre que no afecte a terceros y que no afecte a la naturaleza.
El medio ambiente se relaciona con la salud; y la salud con la vida; y cuando la vida está en peligro, es la vida la que está por encima de la Constitución, las leyes, y el Estado. Nadie puede dictar leyes ni órdenes en contra de la vida, es decir en contra de la naturaleza; y el órgano que la dicta comete un crimen de lesahumanidad.
La única manera de salvar la flora y fauna es través de la anímalización de los humanos. Esto significa que debemos educar, concienciar, especialmente a los marginales, a practicar el sistema de vida, y la conducta de los animales que viven en armonía con la naturaleza, sin dañarla. Algunos animales matan solo por la necesidad de alimentarse y defender su vida y territorio.
En la defensa de la naturaleza deben involucrarse las iglesias de todas las denominaciones, ya que la natura es obra de Dios. Tenemos mucha religión y poca acción. La Iglesia Católica sigue con su sistema arcaico de misas rutinarias, sin preocuparse por la naturaleza, al contrario fomenta y avala el avasallamiento de la naturaleza, ya que en las fiestas patronales de los pueblos propicia las corridas de toros y riñas.
En la lucha por el Medio Ambiente todos debemos estar en la primera línea, en la vanguardia, en la escena del delito, protestando, denunciando y escrachando a la mafia depredadora