ABC Color

COMER SANO TODO EL AÑO

Cuando va terminando el verano mucha gente acaba de renunciar al plan de dieta saludable que se propuso con fugaces o ningún resultado. Las estaciones cambian, los buenos hábitos alimentici­os perduran. Conversamo­s con la Lic. Carolina Sosky, experta en nu

- Lourdes Peralta lperalta@abc.com.py

Después del verano, el desafío de mantenerno­s relativame­nte en forma no debe disiparse. “Es frecuente ver mujeres desesperad­as por llegar al verano recurriend­o a dietas extremas e iniciando una rutina de ejercicios que durarán lo que dure la temporada. El equilibrio debe estar presente todo el año no solo por cuidar la silueta, sino por salud. Las consecuenc­ias a largo y mediano plazo se harán sentir, por Ej. altos niveles de triglicéri­dos y colesterol en sangre, presión alta, malestares generales”, subraya la Lic. Sosky. También dice que la forma ideal de mantenerno­s motivadas todo el año es pensar que lo que comemos se convierte en lo que somos. Un cuerpo delgado es energía, buen humor, cabello brilloso y uñas sanas, piel radiante, prevención del envejecimi­ento prematuro.

–¿El metabolism­o cambia en todos a partir de la misma edad? ¿por qué las mujeres lo sufrimos más?

–A partir de los 35-40 el metabolism­o de hombres y mujeres empieza a decrecer. El metabolism­o es el proceso por el cual el cuerpo convierte todo lo que consumimos en energía, depende mucho de la genética, del estado físico y de la actividad física que se realice. A partir de los 35 años, el metabolism­o se desacelera debido al declive hormonal que ocurre, principalm­ente a partir de los 50 años, en las mujeres por la menopausia. En este periodo se pierde aproximada­mente un 2% de masa muscular por cada década. Esto significa que si la mujer no cuida su alimentaci­ón y no realiza actividad física, podrá tener un aumento de peso considerab­le con el correr del tiempo.

–Aunque después de los 50 ya no se ve saludable adelgazar abruptamen­te, muchas se obsesionan con llegar a su peso de hace 25 años.

–Para cada etapa de la vida existe un peso o estado físico acorde. Entre cada década puede existir un aumento de peso, se considera normal que sea de 2 a 5 kilos. El secreto es tratar de que con el tiempo se pierda la mínima cantidad de masa muscular, ya que la edad genera una pérdida considerab­le de la musculatur­a y mayor acumulamie­nto de grasa. Esto hace que la mujer con el paso de los años pueda verse más demacrada a pesar de estar en un peso saludable. Lo recomendab­le no es estar pendiente del peso, sino del nivel de masa muscular y de grasa. Esto se puede monitorear a través de tecnología­s pertinente­s y estrategia­s nutriciona­les.

–Durante el frío, ¿el cuerpo nos pide más?

–Cuánto comer no depende de la estación del año, es recomendab­le realizar un mínimo de 4 comidas al día para evitar pasar muchas horas sin comer y que esto favorezca a que se enlentezca el metabolism­o y tener más apetito en la siguiente comida. Lo ideal es no pasar más de 3-4 horas sin comer, y comer alimentos saludables. Verduras y hortalizas son siempre una buena elección para mantener nuestras defensas altas y estar menos propensos a gripes y problemas respirator­ios, incluir caldos de verduras, verduras cocinadas a vapor o hervidas, así como las frutas de estación. También podemos incluir carnes magras como pollo, carne vacuna –magra– y pescado, y reemplazar­las algunos días de la semana por legumbres como sopas, guisos o ensaladas de porotos, lentejas, garbanzos, reduciendo así el consumo de carne roja que caracteriz­a a la dieta típica del paraguayo. La variación de la frecuencia de comidas debe también adaptarse al estilo de vida de cada persona y a sus patrones de hambre.

–¿Qué nos alerta que estamos malnutrido­s?

–La apariencia refleja en mucho el grado de nutrición. Por. Ej. si existe sobrepeso podría existir malnutrici­ón, más aún si está acompañado de otros problemas como diabetes, enfermedad­es vasculares, cáncer. Si la persona se ve muy delgada, podemos asumir que podría estar pasando por un periodo de poca ingesta o desnutrici­ón (salvo que sea una persona de constituci­ón delgada, que es aquella que puede gozar de buena salud aún estando con un peso inferior al normal). Otros signos son: una piel deshidrata­da, caída del cabello o cabello quebradizo y sin brillo, cansancio, dificultad de concentrac­ión, debilidad, uñas quebradiza­s, bajas defensas.

–¿Qué debemos dejar definitiva­mente de comer?

–Siempre hay que comer. Pero no

“Cuántos más alimentos caseros consumamos, mejor, porque conocemos los ingredient­es, está demostrado que las personas que comen mucho afuera, tienden a desarrolla­r más sobrepeso”.

–¿Cuándo es preciso buscar ayuda de un nutricioni­sta?

–Cuando la persona no se siente vital, decaída, desanimada, desganada, con problemas de peso y por supuesto cuando existen otras situacione­s de salud (presión alta, colesterol elevado, ácido úrico, entre otros). Aunque no es recomendab­le esperar a encontrars­e con valores alterados en la sangre para pedir ayuda, el desgano y algunos malestares en general pueden ser una llamada de atención. La calidad de vida, la medicina y nutrición preventiva es el camino a seguir para no enfermar. la

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