Escasez arriesga la seguridad alimentaria de venezolanos
La Fedecámaras, que reúne a los industriales y comercios, advirtió sobre los “críticos niveles de desabastecimiento que comprometen la seguridad alimentaria” de los que aún viven en el empobrecido país, bajo el régimen del dictador Nicolás Maduro.
CARACAS (AFP). Agobiados por su sobrevivencia, los venezolanos intentaban ayer reanudar sus actividades laborales tras una semana de parálisis por un apagón sin precedentes que profundizó la grave crisis económica y política, y que golpea la vital producción petrolera.
A raíz de los saqueos y protestas por falta de luz y agua han sido detenidas unas 300 personas, según la ONG Foro Penal.
“Ahora uno anda buscando comida como un loco (...) usted ve la ciudad y parece que hubiera habido una guerra”, dice Francisco Arteaga, de 61 años, tras caminar horas en el desértico clima de Maracaibo, sin conseguir alimentos.
Los hospitales viven situaciones dramáticas tras el apagón. Según el líder opositor Juan Guaidó, una veintena de pacientes murieron, mientras la ONG Codevida denuncia que fallecieron 17 enfermos renales.
Maduro niega que haya muertos.
En la otrora próspera Maracaibo, capital del petrolero estado Zulia, fueron saqueados decenas de negocios.
Las calles están desoladas y en los pocos comercios abiertos cientos hacen filas para comprar algo de comida.
Durante el apagón, la falta de efectivo y el colapso de la banca en línea dieron paso al uso del dólar.
El uso de esta moneda como referente para la fijación de precios o el pago de bienes y servicios ya era un fenómeno creciente antes de los cortes eléctricos, debido a la acelerada devaluación del bolívar.
Maduro lanzó en agosto pasado un programa de reformas frente a la aguda crisis, que incluyó la eliminación de cinco ceros al bolívar y una depreciación de 96%. La moneda, desde entonces, se depreció un 98%.