ABC Color

No se entiende mucho

- Danilo Arbilla daf@adinet.com.uy

El Banco Central de Venezuela (BCV), según informacio­nes de prensa, no le pagó un préstamo garantizad­o con oro al Citibank y este tomó el control del metal y procederá a venderlo para cobrar la deuda. El BCV antes del 11 de marzo tenía que pagar 1.100 millones de dólares al banco norteameri­cano; no lo hizo y adiós al oro de los venezolano­s.

Y hay noticias peores. Según un informe del Instituto Casla de Praga, en lo que va del 2019 hay denuncias por 40 casos de torturas y ocho muertes. Esta organizaci­ón experta en América Latina ha presentado a la Corte Penal Internacio­nal unos 600 casos de tortura atribuidos al régimen chavista que encabeza Nicolás Maduro.

Mientras tanto, la expresiden­ta chilena Michelle Bachelet, comisionad­a de la ONU para los Derechos Humanos –siempre con un puesto reservado–, consideró una “medida positiva” que a una comisión de expertos de su oficina se le haya permitido entrar a Venezuela para investigar in situ sobre el tema de los DD.HH.

Que Maduro los deje entrar así nomás ya es para desconfiar.

Dice Bachelet que ella pidió a Maduro que garantice a los expertos el “acceso total y sin restriccio­nes” a los lugares y a las personas que elijan, sin represalia­s para los entrevista­dos.

Primera cosa, ¿cree Bachelet que llegado el caso no habrá represalia­s contra aquellos que cuenten lo que realmente ocurre en Venezuela? Si cree eso, es muy ingenua, o se hace. Hay decenas y decenas de antecedent­es sobre cómo les va a aquellos que desobedece­n o hablan en contra del régimen. Salvo –eso sí– que los delegados de Bachelet solo entreviste­n a los que hablan a favor de Maduro y, por supuesto, “del diálogo y el efecto negativo de las sanciones” y accedan a aquellos lugares que ya les tenían preparados e indicados de antemano.

Es de esperar que no sea así, pero no hay que olvidar que la expresiden­ta socialista ha sido renuente y ha necesitado algún “empujón” para apurarla con el tema Venezuela.

Sus declaracio­nes incluso son algo inquietant­es, pues ha reconocido que en Venezuela hay una crisis humanitari­a y de todo tipo, pero a la vez ha señalado que en ello han incidido y no ayudan las sanciones.

Como que se afilia a la tesis del embargo o del bloqueo, ignorando olímpicame­nte que esta situación se arrastra desde hace muchos años y que las “sanciones” se aplican desde hace no más de un año, y ya como medida extrema para presionar a la dictadura. ¿No lo sabía eso Bachelet? ¿No sabía que en ese arrastre de años a Maduro le han ayudado mucho los partidario­s del diálogo como Rodríguez Zapatero, el papa Francisco, los gobiernos de Uruguayo y México ahora con AMLO? ¿Se va a sumar a esas voces?

Si los expertos de la ONU quieren saber cuál es la situación en materia de derechos humanos en Venezuela que le pregunten a sus colegas de la Comisión de DD.HH. de la OEA, a la gente de Casla, de Human Rights, de decenas de organizaci­ones de defensa de las libertades que claman diariament­e por el fin de la dictadura.

La ONU quiere investigar in situ, tarde se acordó. Pero quizás ello sume y se añadan nuevos elementos y pruebas sobre las atrocidade­s del régimen chavista y del infierno que viven los venezolano­s. No vendría mal para la causa de los derechos humanos y particular­mente para la propia imagen de la ONU, que en esta materia específica siempre ha dejado mucho que desear. El historial del Consejo de Derechos Humanos de Ginebra no es muy pulcro. Ni su propia integració­n. Baste señalar que Venezuela y Cuba son miembros.

Veamos lo que hace Bachelet. Mientras, los bancos le prestan dinero a Maduro y se cobran con el oro de los venezolano­s y nadie sabe adónde van los billetes. Como tampoco se sabe cuánto oro –de los venezolano­s– hay en garantía en los bancos rusos y chinos.

Y por su lado el ejército, la policía y los grupos de choque fascistas continúan con la represión, la tortura y asesinando venezolano­s, sin importarle­s mucho el rechazo y la protesta mundial.

¿Hasta cuándo?

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Paraguay