Emergencia$
Cuando el agua va arrastrando hogares, animales, producción y rutas... cuesta no sucumbir a la desesperación. De ella se valen muchos para invocar pedidos de declaración de emergencia. De todos los que terminan formalmente declarados, es altamente probable que muchos de ellos sean injustificados.
Publicaciones de nuestra compañera Desiré Cabrera revelan que se pidió declarar emergencia en Cordillera... pero que los diputados que acompañaron el pedido admitieron que no hay damnificados cordilleranos por inundaciones. Peor aún, confirmaron que ni siquiera se comunican con autoridades zonales.
¿Cuál es la tentación de declarar emergencia ante eventos circunstanciales?
Hay un montón de plata fácil detrás. La emergencia permite hacer compras que no necesitan pasar por el control de Contrataciones Públicas (DNCP) ni antes ni durante, ya que la ley les autoriza a pasar por una verificación recién DESPUÉS de haber hecho las adquisiciones.
En la semana que pasó averiguamos que Contrataciones Públicas se entera de quiénes van declarando emergencia recién cuando empiezan a informarles de las operaciones ya consumadas. Es decir, nadie avisa qué ciudades o departamentos van declarándose en emergencia.
Para la DNCP, en este momento, hay solo dos municipalidades consumando operaciones por emergencias. La de Primero de Marzo (Cordillera) que declaró en emergencia distrital TODAS las calles de Primero de Marzo. Eso les permitió contratos por valor de G. 650.000.000 para mantenimiento y reparación de las calles.
La segunda es la Municipalidad de Fernando de la Mora que ya hizo dos operaciones en el marco de la emergencia vial por problemas en la construcción del metrobús. Una de las operaciones por más de 402.000.000 de guaraníes para bacheos en “la calle Pitiantuta y otras” y otros 558.500.220 guaraníes para reparación en la calle Humaitá.
Solo estas tres operaciones por emergencia suman unos G. 1.610.875.220 de gasto público. Y eso que esta cifra aún no incluye otras zonas (que nos enteramos) que se han declarado en emergencia.
Solo en base a reportes periodísticos, Asunción declaró dos emergencias, una ambiental primero y luego otra vial. El 18 de marzo, la Junta departamental de Presidente Hayes declaró emergencia por las intensas lluvias. El 16 de enero de este año declararon emergencia vial en Cordillera y nuevamente volvieron a declarar esta semana; el intendente de Emboscada también pidió lo mismo. La mayoría de las zonas de Alto Paraguay ya se declararon en emergencia y el viernes debió hacerlo la Gobernación.
A fuer de ser sinceros, la mayoría de nuestras poblaciones viven en emergencia permanente. Emergencia y urgencia de caminos, de hospitales, de educación, de vivienda, de alimentación. Pero no menos cierto es que muchos politiqueros corruptos se aprovechan de coyunturas temporales para exprimir más –y sin control– las flacas arcas del Estado paraguayo.
Cuidado con que políticos y autoridades usen nuestras emergencias reales para engrosar sus solvencias ideales.