Un gran fiasco
El presidente de la República, Mario Abdo Benítez, condecoró días pasados a varios policías que participaron de la operación que terminó con la captura de Thiago Ximenes, alias Matrix, supuesto jefe del PCC que había escapado de la Agrupación Especializada. Los efectivos policiales días antes habían liquidado al “comparsa” de Matrix, Reinaldo de Araújo.
Sin embargo, mientras los uniformados formaban fila para recibir dicha condecoración, se daban a conocer audios que revelaban cómo algunos policías de la zona de colonia Ko’ê Porã, de Villa Ygatimí –pocos días antes de la recaptura de Matrix– negociaban una coima de 15.000 dólares, presuntamente para permitir que la dupla de brasileños “operen” en el tráfico de drogas en la zona.
La verdad es que la muy publicitada operación contra Matrix y su socio de fuga Araújo fue un gran fiasco. La historia fantástica se inició con la versión de que supuestamente se trataba de dos jefes del PCC.
Es por ese motivo que lo más probable sea que la operación de coima haya salido mal y entonces los brasileños fueron “sacrificados”. Si eran jefes del PCC, al día siguiente de su fuga estarían en São Pablo o Río de Janeiro, y no en los montes de Villa Ygatimí, pasando hambre y frío.
Lo que la Policía hace con este tipo de propaganda engañosa es encubrir los multimillonarios negocios en los que están metidos en el marco de los negocios con las drogas.
Desde el último extremo del Chaco hasta los límites más recónditos de la Región Oriental, está presente la Policía, y conocen y encubren todas las actividades ilícitas que se desarrollan dentro del territorio nacional. “No hay baile sin permiso”.
Es por eso que llama la atención cómo es que tan fácilmente embaucan al Presidente de la República y al ministro del Interior, para prestarse al show mediático de la Policía, que no precisamente se merece condecoraciones, sino que muchos de los altos mandos sean encarcelados.
Nada ocurre en el Paraguay sin el conocimiento y complicidad de la Policía. Y nada de ilegal ocurriría si es que la institución no estuviera transversalmente al servicio de las mafias que operan en nuestro país.
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