Su rúbrica no aparece
El nombre de Marta González Ayala no figura en ninguno de los documentos que forman parte de la licitación para la actualización del sistema Marangatu. A pesar de ser la máxima autoridad de Tributación, la entonces viceministra no suscribió siquiera el contrato con el CIAT, organismo del que era directiva y al que terminó beneficiado con millonarios contratos durante su administración.
El contrato entre la SET y el CIAT fue firmado el 17 de junio de 2016. En representación del Centro Interamericano de Administraciones Tributarias firmó su secretario ejecutivo, Marcio Ferreira Verdi; en nombre de la SET apareció María E. Falcón, entonces directora de apoyo y de administración y finanzas del ente.
González estaba por cumplir tres años al frente de la SET y llevaba más de dos como miembro de la comisión directiva del CIAT cuando se rubricó el contrato.
Consumado el acuerdo, renunció
El nuevo Marangatu entró en funcionamiento el 5 de junio de 2018, luego de pasar por un proceso de migración de datos de casi una semana. Sorpresivamente, un día después, Marta González decidió presentar su renuncia como viceministra de Tributación tras casi cinco años en el cargo.
Para ese entonces, el CIAT, organismo del que era ya presidenta, ya había obtenido más de US$ 3 millones del Estado paraguayo gracias al contrato que ella misma le otorgó como titular de la SET.
González renunció en medio de innumerables quejas porque el servicio del nuevo sistema Marangatu seguía colapsando, algo que en teoría ya no debía ocurrir tras el millonario pago que ella ordenó.
Aquella fue apenas una irregularidad más a la larga lista de quejas que acompañaron la gestión de González en la SET.