Samaniego, el clan que ejerce total dominio en el distrito de Quyquyhó
El clan Samaniego, integrado por el exintendente de Quyquyhó y diputado Esteban Samaniego y su esposa, la actual jefa comunal Patricia Corvalán, ambos colorados abdistas, domina la ciudad imponiendo prepotencia, según denuncias. El asfaltado de varias cal
QUYQUYHÓ, Dpto. de Paraguarí (Higinio R. Ruiz Díaz, enviado especial).
El clan Samaniego es liderado por el exintendente y diputado Esteban Martín Samaniego (colorado abdista), quien accedió al poder comunal en el año 2010. Su figura se posicionó tras el asesinato de su padre, el exsenador colorado Esteban Samaniego Alemán. El hecho ocurrió el 8 de noviembre del 2006 en la compañía Isla Valle, ubicada a 10 km del centro urbano de esta localidad.
El crimen habría sido por cuestiones políticas porque el exlegislador tenía intenciones de presentarse como candidato al cargo de gobernador de Paraguarí en las elecciones de 2008.
Esteban Martín Samaniego es primo de la senadora Lilian Samaniego y del exintendente de Asunción y diputado Arnaldo Samaniego.
El diputado Esteban Samaniego llegó a la intendencia a través del partido Unace, pero pasó al Partido Colorado para apoyar la candidatura a la presidencia de la República de Horacio Cartes. Fue uno de los más fervientes defensores del exmandatario e incluso consiguió la chapa Honor Colorado para las elecciones municipales del año 2015.
Sin embargo, en el año 2017 se mudó al movimiento Colorado Añetete y apoyó la candidatura de Mario Abdo Benítez. Fue cuando postuló a su esposa Patricia Corvalán, una comerciante del Mercado 4 de Asunción, para que le sucediera en el poder municipal y seguir dominando la comunidad.
Luego de dejar el poder municipal, Esteban Samaniego fue denunciado por un grupo de concejales por una supuesta malversación de más de G. 10.000 millones de los recursos de royalties y del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (Fonacide). La Contraloría General de la República (CGR) denunció la presunta existencia de obras fantasmas y otras sobrefacturadas, como el “baño de oro” de la escuela Isaac Ortiz, por el cual la Comuna pagó G. 140 millones. En diciembre pasado, la fiscala Marlene González de Ovelar allanó la Municipalidad y se incautó de varios documentos, pero las investigaciones no avanzan por chicanas del clan.