Funcional
El editor de libros Pablo Burián afirmó que el 80% de las personas no entienden lo que leen. Hizo alusión a diferentes niveles académicos, no solamente a alumnos de Educación Escolar Básica (EEB) y de la Media, sino también universitaria. Fue durante el acto de lanzamiento del proyecto “La Biblioteca de mi Hogar”, realizado en San Juan Bautista, departamento de Misiones.
De acuerdo a la estadística difundida, cuando cayó la dictadura del general Alfredo Stroessner el 60% de la población paraguaya padecía de analfabetismo funcional. Es decir, no entendía lo que leía.
En Latinoamérica Paraguay estaba en el penúltimo escalón en cuanto a nivel de educación, siendo el último Haití. Después, en la década del 90 se implementó la reforma educativa con una filosofía constructivista de lograr que el hombre paraguayo sea protagonista de su propia formación integral.
Sin embargo, no se tuvo en cuenta la escasa preparación académica ni de formación humana de la población; materiales de lectura y la infraestructura edilicia, la incursión de la globalización y los avances tecnológicos.
El factor político partidario, prebendario y clientelista; la corrupción transversal en las instituciones y en la sociedad, desmotivaron a los jóvenes. ¿Para qué estudiar? es la pregunta de los jóvenes, teniendo como presente la vida fácil y jugosos salarios sin trabajar.
Por esos varios factores, la educación paraguaya, en pleno siglo XXI, no puede levantar cabeza. También por problemas didácticos, pedagógicos y de infraestructura, así como de oportunidades de trabajo.
La dificultad para el aprendizaje es uno de los problemas con que tropieza la educación paraguaya. Aquí se debe entender que ser educado no es conocer precisamente las ciencias y la tecnología, sino la proyección laboral y social del egresado.
Si no hay capacidad de diálogo y de análisis crítico, ni conciencia ciudadana y cívica; si no existen valores ni principios no puede haber respeto y menos aún educación ni posibilidades de desarrollo personal, social y comunitario. En Paraguay hay mucho por hacer en esta materia.
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