Los gastos innecesarios
El presidente argentino, Mauricio Macri, pidió al Congreso Nacional que derogue la elección para el Parlasur “porque genera gastos innecesarios”. La idea es seguir el camino de Uruguay y Brasil. Estos países designan a sus congresistas para representarlos en la entidad internacional. “Gastos innecesarios” quiere decir que se puede prescindir de ellos, ahorrar una considerable suma y destinarla donde haga falta.
También así piensan las diputadas del PEN, Kattya González y Norma Camacho, que se dieron a la tarea de ahorrar al país una fortuna inmensa. Bastaría con derogar la ley que permite dilapidar el dinero público. No será fácil.
El Paraguay mantiene –nunca mejor dicho– a 18 políticos que hasta ahora nadie sabe qué hacen y cuál es su contribución al país. Cada mes se van un rato a Montevideo a pasearse, con el correspondiente gasto de pasajes en avión y viáticos que salen de los bolsillos de los contribuyentes. No me consta, pero casi puedo asegurar que vuelan en clase ejecutiva.
En estos días los empresarios expresaron su preocupación por el plan del gobierno de elevar los impuestos. Se entiende. Los gastos también suben y hay que cubrirlos. La propuesta es eliminar los innecesarios y no que los impuestos ahoguen a los contribuyentes.
De acuerdo con los últimos datos oficiales, la pobreza extrema subió el 4,8% quedando en 335.000 compatriotas que apenas tienen algo para llevarse a la boca. Son los que más necesitan de atención médica, pero los hospitales públicos –según vemos cada día– tienen sus equipos estropeados por falta de mantenimiento y de repuestos. Ya no hablemos de medicamentos. De la cifra total de los pobres que viven –que agonizan– en la pobreza extrema, el 79% son del área rural, es decir, 265.000 personas condenadas al martirio del hambre, la enfermedad, falta de educación, etc. Estos datos, unidos a muchos otros igualmente preocupantes en el orden social, parecieran no llamar la atención de las autoridades nacionales y departamentales que no paran de despilfarrar el dinero público.
Se proyecta elevar los impuestos y nada se hace por disminuir los gastos innecesarios. Al contrario, cada día aparecen más derroches. Valga un solo ejemplo de los muchos: en la Cámara de Diputados su titular, Miguel Cuevas, regala a sus incondicionales cuantiosas sumas de dinero disfrazadas de aumento salarial.
La otra entidad que contribuye a profundizar la pobreza de tantos compatriotas es el señalado Parlasur. Sin hacer nada útil por el país, sus miembros tienen un salario mensual de casi 33 millones de guaraníes. Para ser preciso: 32.774.840 que totalizan 589.947.120 mensuales.
El salario no es todo. Cada uno de nuestros parlasurianos recibe un cupo mensual para combustible por 4.500.000 guaraníes. Si todavía viajasen por tierra a Montevideo alguna justificación tendría. O sea, se les regala el dinero de los contribuyentes para que anden por tierra y por aire. ¿Para qué? Para nada. El gasto en pasaje aéreo es de 489.700.000
Hay más: tienen seguro médico vip y lucen un broche de oro que cuesta 3 millones de guaraníes cada uno. ¿Algo más? Si, cuentan con más de 50 funcionarios. Asusta la idea si alguna vez tuviesen algunas actividades.
Es muy fácil acabar con los escandalosos gastos: que nueve senadores y nueve diputados sean los que nos representen en el Parlasur. La solución para el país será un problema para los partidos políticos que se verán obligados a reubicar a sus afiliados o perderlos.