Caída libre
La falta de profe- sores en aulas de- muestra que la edu- cación viene en caída libre y sin paracaídas. Es una prueba de la falta de previsibilidad ante la serie de jubilaciones de los maestros que cumplieron sus años de servicios en el ejercicio de sus funciones.
En San Juan Bautista y en San Ignacio, departamento de Misiones, faltan docentes de inglés, matemáticas, trabajo y tecnología, lengua y literatura y ciencias básicas: física y química, por mencionar algunas disciplinas, sin olvidar que también hacen faltan maestros de educación inicial.
Significa que el Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) no previó ni pudo visualizar la necesidad de recursos humanos indispensables como los docentes.
No puede haber errores en la planificación para el año lectivo. Esta falencia se pudo notar recién en marzo último cuando de pronto los alumnos se vieron sin profesores en sus respectivas aulas.
En el centro formativo es fundamental la relación docente-discente. El docente enseña y el discente que es el alumno aprende para desarrollar sus cualidades bio-sico-social y espiritual.
Así como es tan imprescindible materiales didácticos e infraestructuras no se puede desarrollar clases sin maestros. Es una lógica pedagógica que hasta un miope puede ver y comprender que sin educadores no hay enseñanza y menos aún aprendizaje.
Tanto el docente como el discente están en el centro del proceso educativo para el logro de los objetivos, cual es la formación de la persona humana.
Si el ministro de Educación, Eduardo Petta, y sus colaboradores no logran visualizar esta relación difícilmente habrá salida a esta problemática que de por sí es grave.
Decía el político, jurista, filósofo y orador romano Marco Tulio Cicerón (106-43 a.C) que la educación es una acepción específicamente humana. En toda las edades de la historia el hombre (mujer y varón) es el centro de la educación. Por esa razón no se concibe tantos errores en pleno siglo 21 como la falta de educadores para la enseñanza. rmontiel@abc.com.py