Otra semana política clave
Este jueves la Cámara de Senadores agendó la designación de un nuevo ministro de la Corte Suprema de Justicia en reemplazo de Sindulfo Blanco, quien fue destituido vía juicio político antes de cumplir 75 años, edad límite para desempeñarse en el cargo. Aparentemente, el camarista Alberto Martínez Simón tiene los votos necesarios para ser nombrado por encima de los restantes de la terna: el abogado Rubén Darío Romero y el ex senador Emilio Camacho.
Los tres candidatos tienen cuestionamientos muy serios. ¿Cómo el Consejo de la Magistratura pudo conformar una terna de esta manera? ¿Acaso no tenían toda la información? Y si la tenían, ¿quién dio “la orden superior” para que surjan estos nombres?
Uno de los candidatos trabajó en el banco ligado al expresidente Horacio Cartes, que hoy tiene seis senadores bajo su liderazgo. Jurídicamente no significa nada... por ahora. Pero lo preocupante del caso es que tiene una denuncia por supuesto tráfico de influencias porque como camarista no se inhibió en el sonado caso de un aparente acoso sexual a una estudiante de Derecho de la Universidad Católica “Nuestra Señora de la Asunción”.
Con su postura, este potencial ministro de la Corte habría beneficiado al docente en cuestión, quien al mismo tiempo es miembro del citado Consejo. Bien se puede pensar que hubo un gran intercambio de favores. Al menos, los abogados de la estudiante así lo demostraron en su demanda. Veremos qué dirá la justicia.
Otro hecho que llamó poderosamente la atención es que al día siguiente de la Navidad de 2018 se conformó esta terna cuando se creía en principio lo iban a hacer a principios de este año. ¿Cuál fue el elemento que motivó el apuro? Probablemente una denuncia presentada por los abogados Juan Martín Barba y Rodrigo Cuevas el 20 de diciembre del año pasado contra uno de los miembros del Consejo de la Magistratura por supuesto tráfico de influencias.
Otro de los candidatos responde al Frente Guasu aunque fue senador por el Encuentro Nacional. Su pecado más grave fue apoyar la enmienda inconstitucional para favorecer en ese momento a Cartes y a Fernando Lugo (Frente Guasu).
Un candidato a ministro de Corte no puede apoyar un atropello constitucional, como lo ocurrido el 31 de marzo de 2017 y días anteriores. El político logra redimirse, lamentablemente. Y de hecho, algunos ya volvieron por la “senda democrática” porque no consiguieron su objetivo.
Otro de los ternados habría plagiado una tesis doctoral. Las evidencias son contundentes aunque el afectado niega, lógicamente. Aquí la consulta es: ¿Sabía el Consejo de la Magistratura de esta situación o le incluyeron a propósito para descalificarlo recién en esta etapa a fin de dejarle en boxes y potenciar por descartes a los dos restantes o a uno de ellos? El misterio se develará este jueves, día en que los 45 senadores deben poner sobre la mesa de qué lado del acuerdo político están.
Todo parece indicar que los colorados unidos (abdistas y cartistas) más los liberales llanistas le premiarán a Martínez Simón. El Frente Guasu dejará constancia de su voto por Camacho y tal vez Lilian Samaniego por Romero.
La última palabra tendrá el presidente Mario Abdo Benítez, porque de acuerdo al Art. 264 de la Constitución Nacional, el mandatario debe prestar el acuerdo (o no) al candidato designado por el Senado.
El senador Martín Arévalo (ANR, Añetete) propuso ayer que la Cámara Alta rechace la terna y devuelva al Consejo de la Magistratura, en un hecho sin precedentes. Queda la duda si el legislador habló por sí mismo o reveló la postura futura que adoptará su movimiento.