Bertoni es celebrado, pero pocos conocen sus obras"
Los historiadores suizos Danilo Baratti y Patrizia Candolfi llevan décadas investigando y estudiando las huellas del científico Moisés Bertoni, quien llegó al Paraguay en 1887. Acaban de presentar una reedición actualizada y corregida del libro “Vida y obra del sabio Bertoni”, en el que descubren las distintas facetas del personaje que instaló una imprenta en la selva y estudió la naturaleza.
“L’arca di Mose” (El arca de Moisés) fue el primer libro lanzado en 1994 por los historiadores suizos Danilo Baratti y Patrizia Candolfi, sobre la inquieta personalidad de su compatriota Moisés Bertoni.
Era el punto de partida de un trabajo que llevaría años de pasión dedicados a desentrañar el carácter, pensamientos, obras y aspectos familiares del científico que dejó Suiza para buscar mejores proyecciones en suelo sudamericano.
Luego, en 1999 presentaron el título “Vida y obra del sabio Bertoni”, que ahora ha sido reeditado tras 20 años.
Moisés Bertoni nació en Lottigna, Suiza en 1857. Estudió botánica en su patria y de joven se casó con Eugenia, con la que tuvo más de diez hijos. Llegó a Buenos Aires en 1884 y unos años después se trasladó al Paraguay. Se ubicó en 1894 en el Alto Paraná, a orillas del río Paraná, donde desarrolló quizás la parte más productiva y apasionante de su inquieta vida.
Estudió las plantas, se interesó por los indígenas guaraníes, verificó el clima, el suelo, y editó libros y folletos basados en sus investigaciones científicas en una imprenta (Ex Sylvis) que instaló en medio de la selva.
“El ka’a he’ê ha sido su descripción más exitosa, aunque científicamente no creo que sea lo más importante, porque la planta ya era conocida por los indígenas. Él le dio el nombre científico, pero se trata de una planta edulcorante que los indígenas ya la usaban antes de la llegada de los conquistadores”, detalla Baratti.
En cuanto al libro “La Civilización Guaraní”, escrito por Bertoni, el historiador señala que “es una obra de poco valor; no es considerada por los científicos, porque Bertoni idealizó mucho, tenía un preconcepto despreciando las otras etnias”.
Sin embargo, resalta que el material tuvo importancia enorme en el debate paraguayo de los años 20 o 30 porque “contribuyó a cambiar la posición del indígena dentro del contexto poblacional”.
Baratti y Candolfi coinciden en que se debe desmitificar a Bertoni para comprender el papel que ocupa en la historia. “Es una figura muy importante de la historia paraguaya de las primeras décadas del siglo XX. Invirtió su energía, sus conocimientos y su tiempo en investigar aspectos del componente guaraní en esta tierra, y de alguna manera eso es valioso”.
Los autores del libro que contiene una reseña crítica de las biografías de Moisés Bertoni, reproducciones de fotografías y mapas, entienden que “El sabio” es muy conocido en Paraguay, hasta idolatrado, pero que pocas personas conocen la dimensión de sus obras. Moisés Bertoni falleció el 19 de setiembre de 1929.