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Hellboy retorna a la pantalla grande en una película que no está relacionada con Guillermo Del Toro (que dirigió las dos películas anteriores sobre el personaje de historieta, en 2004 y 2008), pero sí cuenta con su creador Mike Mignola, como coguionista y productor ejecutivo. Una película más violenta, con una buena dosis de terror. Y bueno, a fin de cuentas, Hellboy es un diablo redimido, ¿verdad?
Hellboy es un producto de la factoría de cómics Dark Horse, que supo hacerse su lugar entre la Marvel y la DC con personajes más oscuros, y que obligó a los dos grandes gigantes de la historieta de superhéroes a aggionarse a los nuevos tiempos.
La película que nos llega juega con el origen del personaje. El antihéroe deberá enfrentarse a una bruja (estelarizada por Milla Jovovich), que fue amante de Merlin, y fue cortada en pedacitos en época del Rey Arturo. Pero está de vuelta, y si entonces quería esparcir una plaga en el reino de Inglaterra, hoy viene con furia y quiere destruir el mundo entero.
David Harbour, el comisario de “Strange Things” que se pasó con un contundente discurso en la entrega de los premios del Sindicato de Actores de Estados Unidos, en 2017, es quien lleva el mazo, la piel roja y los cuernos limados. Es diferente a Ron Perlman, que había actuado en las películas de Del Toro. Pero no es su actuación la que contrapesa en esta nueva película, sino en la excesiva violencia, más acorde a estos tiempos en que los videojuegos marcan el tono. El director Neil Marshall no tiene el toque personal del mexicano Del Toro. Marshall ha dirigido algunas películas de terror y ha trabajado principalmente en series de televisión. No tiene un sello personal y eso se ve en esta película que si bien no llega a decepcionar, tampoco es un regreso con gloria del personaje. Veamos que pasa en la siguiente película.
Sergio Ferreira sferreira@abc.com.py