Estiman caída por soja de US$ 1.340 millones Combinación de mala cosecha, desplome del precio y ciertos aranceles causa gran impacto
Cálculo de técnicos de Unión de Gremios de la Producción y de la Cámara de Exportadores Afectará no solo al sector, sino a la amplia cadena de servicios vinculada a la agricultura Se presume que se necesitarán al menos dos campañas buenas para recuperar
La producción sojera de la campaña agrícola 2018/2019 fue de 7.854.600 toneladas, en un total de 3.544.000 hectáreas cultivadas, con una media de rendimiento de 2,216 toneladas por hectárea, informó ayer el equipo técnico de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) y de Capeco, en rueda de prensa.
La merma en el volumen de cosecha se estimó en alrededor de 2.407.975 toneladas, que representa el 23,5% con relación volumen del periodo pasado. La causa de la baja fue principalmente la sequía, que afectó durante etapas claves del desarrollo de las plantaciones.
Paralelamente, también hay una importante disminución en el precio internacional del grano, que cayó en un 20% con relación a la cosecha anterior, según informó el Ing. Agr. Héctor Cristaldo, presidente UGP. Agregó que sumando las referidas situaciones adversas, se estima que en la cosecha 2018/2019 de soja habrá una reducción de aproximadamente US$ 1.340.497.530, en el ingreso de divisas con relación al año pasado.
También dijo que la caída en el precio de la oleaginosa fue ocasionada por la crisis entre Estados Unidos y China, que afectó las exportaciones del grano en los mercados. Destacó que otra situación que complica aún más la crisis es que la Argentina ya aplica un arancel aduanero del 2,5% por ingreso de soja a su territorio, que es un impuesto disfrazado, que reduce otros US$ 9 por toneladas, el arancel por la oleaginosa al productor agrícola.
Por su parte, el Ing. Agr. Luis Cubilla explicó que una de las consecuencias de la adversidad climática en la última cosecha de soja es que se tendrá menor disponibilidad de semillas de alta calidad para la próxima siembra. A su vez, con la baja rentabilidad del cultivo de soja se prevé una disminución de la rotación de cultivos en los campos, con los rubros de cobertura vegetal y abonos verdes; igualmente, habría reducción en el área del trigo.
“Se estima que se necesitarán como mínimo dos campañas buenas para sobreponerse a esta situación adversa, para que el área que abarca el sistema de siembra directa se recupere”, expresó Cubilla.