Argentina inicia control cambiario y busca calma
Argentina comenzó ayer a aplicar los controles cambiarios instrumentados para defender su moneda y las reservas; con el gobierno buscando calmar a los ahorristas, y que no cunda el pánico con masivos retiros bancarios, como ha ocurrido en el pasado.
BUENOS AIRES (AFP). Un día después que el gobierno del presidente Mauricio Macri impuso límites a las compras y transferencias de monedas el tipo de cambio se apreció 5,38%, a 58,41 pesos por dólar, y el índice Merval de la Bolsa de Buenos Aires subió cerca de 5%.
Sin embargo, el ministro de Hacienda Hernán Lacunza fue cauto al comentar esos movimientos. “Considero que el dólar va a estar estable. Bajó 2,5 pesos (la cotización del dólar), pero con muy poco volumen” de transacciones, dijo tras una reunión de gabinete.
Al cabo de tres semanas de fuertes presiones sobre la moneda, con una depreciación de alrededor de 20% y una merma de 12.200 millones de dólares de las reservas internacionales, principalmente por el pago de la deuda, Macri adoptó un control de cambios a contramarcha de las políticas aperturistas que había defendido hasta ahora.
El control que regirá hasta fin de año limita a 10.000 dólares mensuales los montos que pueden adquirir los particulares, impide a las empresas atesorar divisas y obliga a los exportadores a liquidar sus divisas en un lapso de entre 5 y 15 días.
“Creemos que estas medidas van a funcionar. Son parte de un programa”, indicó Lacunza, al referirse a la decisión previa de lanzar un reperfilamiento de la deuda pública, con postergación de los vencimientos de letras y bonos así como del préstamo por unos 57.100 millones de dólares que el Fondo Monetario Internacional otorgó a Argentina en 2018.
El efecto de esas medidas es aún difícil de cuantificar.
Para la firma Capital Economics, “el control de capitales puede ayudar a prevenir la inestabilidad en el tipo de cambio, pero sienta un precedente preocupante”, pues facilitaría la prolongación de las restricciones al gobierno que se elegirá en octubre y asumirá el 10 de diciembre.
En Buenos Aires, muchos clientes hicieron fila a la puerta de los bancos. El fantasma de la crisis de 2001, cuando Argentina declaró el cese de pago de su deuda de 100.000 millones de dólares y se impuso una restricción a los retiros bancarios, está presente.
En un intento por tranquilizar a los ahorristas, el gobierno aseguró que no habrá ningún límite a la extracción de depósitos y pidió a la banca extender su horario de atención al público.
Argentina, que arrastra una recesión desde la época kirchnerista, vio una agudización de su crisis económica tras las primarias de hace un mes en las que la fórmula kirchnerista obtuvo una sorpresiva ventaja frente al presidente Macri.