Jair Bolsonaro fue operado con “éxito”
BUENOS AIRES (EFE).
En la apertura de la campaña, el jefe de Estado, Mauricio Macri, que busca su reelección, se mostró convencido de que los argentinos pueden “ser mejores” tras las elecciones de octubre, a pesar del varapalo que supusieron las primarias para sus aspiraciones.
“Podemos encaminar la economía y salir de décadas de altos y bajos”,
insistió.
Por su parte, el opositor peronista Alberto Fernández, cuya compañera de fórmula es la exmandataria Cristina Kirchner, dijo que los líderes e inversionistas con quienes se reunió en su viaje la semana pasada en España y Portugal quieren trabajar junto a él para “sacar a Argentina” de la crisis.
Cristina Kirchner, que es senadora y tiene fueros parlamentarios que la protegen de ir a prisión, está procesada en más de una decena de causas de corrupción.
La incertidumbre sobre la política económica de un eventual gobierno de la dupla Fernández-Kirchner agita a los mercados, disparó el riesgo país a niveles no vistos desde 2015 e inquieta al FMI, que hace un año otorgó a Argentina un préstamo récord de US$ 57.000 millones a cambio de un fuerte ajuste fiscal.
Los mercados internacionales temen un regreso al intervencionismo y gasto excesivo de Kirchner, que gobernó el país de 2007 a 2015.
Durante el gobierno de Macri, Argentina volvió al mercado de capitales del que estuvo aislada tras un megadefault de su deuda en 2001 y un prolongado litigio con fondos especulativos que se saldó en tribunales estadounidenses en 2016, durante el actual gobierno, con fuertes ganancias para estas entidades que en Argentina se conocen como “fondos buitre” por comprar deuda en dificultades y litigar
SÃO PAULO (AFP). El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, fue operado exitosamente ayer para corregir una hernia abdominal, la cuarta intervención a la que se somete desde que fue apuñalado en esa área hace un año, informaron los médicos.
“La cirugía fue larga, removió bastante el intestino, que estaba fuertemente adherido a la pared abdominal”, explicó el cirujano Antonio Luiz Macedo.
Le fue implantada una malla de polipropileno para para cobrar.
Ya en modo campaña, el presidente Macri llamó a los argentinos a construir “consensos” sin querer perjudicarse ni exponerse “unos a otros”.
En su primer texto público desde que arrancara la campaña electoral y todavía sin actos políticos programados, Macri utilizó un lenguaje similar al que desplegó en la campaña de las primarias, cuando insistió en que, a pesar de los vaivenes económicos, su Gobierno ha sentado las bases para un mejor futuro en el país austral.
En esa campaña, consideró que sería mala para el país una vuelta al “pasado”, en referencia a la principal candidatura opositora encabezada por Fernández y Cristina.
De su lado, Cristina Kirchner, la candidata opositora a la Vicepresidencia y actual senadora, dijo que “la gente no vota a presidentes para que le echen la culpa a reforzar el tejido muscular, detalló el especialista.
Según Macedo, las estadísticas médicas muestran que 10% de los pacientes que pasan por una laparotomía (cirugía de apertura de la cavidad abdominal) desarrollan luego una hernia, por el debilitamiento de los tejidos internos.
El vicepresidente Hamilton Mourao asumió ayer la presidencia interinamente y permanecerá en el cargo hasta el jueves, informó el portavoz presidencial Otávio Rego Barros.
otros o que se excusen, la gente vota a presidentes para que solucionen los problemas”.
Resaltó que resaltó que
“cada vez que se aplican políticas neoliberales, el país termina en crisis” y
“esto es lo que se tiene que discutir en esta etapa que se avecina en la Argentina, tenemos que ponernos de acuerdo para poder abordar a partir de la experiencia histórica”, analizó.
El 27 de octubre Argentina, además de elegir un jefe de Estado, votará para renovar la mitad de la Cámara de Diputados y un tercio de la Cámara de Senadores.
Tras ser apuñalado el 6 de septiembre de 2018, Bolsonaro pasó varios meses –incluso acudió a su investidura– con una bolsa de colostomía, que le retiraron a fines de enero.
El presidente fue atacado durante un acto de campaña en el estado de Minas Gerais.
El agresor, identificado como un exmilitante del partido de izquierda PSOL, fue diagnosticado con trastorno delirante –un tipo de psicosis– y declarado inimputable por la justicia.