Gamarra, de informante a detenido
En la tercera semana del juicio oral y público que se realiza al exministro del interior Walter Bower y a los policías Merardo Palacios y Osvaldo Vera, por supuestas torturas realizadas en la Infantería de Marina y en la Comisaría 11ª Metropolitana, los testigos siguen declarando ante el Tribunal de Sentencia presidido por el juez Carlos Hermosilla.
Tras casi dos horas de espera, debido a que los miembros Víctor Medina y Rossana Maldonado tenían otro juzgamiento, se inició la serie de declaraciones, entre ellas la del comisario en situación de retiro Antonio Gamarra.
Este refirió: “Esa noche del 18 mayo del 2000, terminó todo el operativo, estaban detenidas todas las personas involucradas, el señor Bower, no sabía de mi participación (como informante, según dijo), no sabía quién era yo, pero yo sabía que mucha gente le estaba pasando información, por lo que sospecho que las personas detenidas y sometidas a apremios físicos, me mencionaron como uno más de los golpistas. Por eso es que él (Bower) me manda a llamar”.
Agregó que “le dijeron que yo estaba trabajando con Argaña y con Cazal y me llevaron a la Comisaría 11ª Metropolitana. Después se aclaró esa información, pero igual me acoplaron, arrestaron y me ataron a una silla con un forro de un colchón. Como vendaje me pusieron una hoja blanca con cinta adhesiva , ahí me dijeron que me iban a pegar. El comisario Pavón hace una llamada y escuché que dijo ‘señor ministro aquí el comisario Gamarra está diciendo’ tal cosa, yo creo que estaban verificando la información. Después me llevaron a la Agrupación Especializada, se hizo un sumario administrativo que no duró ni dos días y me dieron de baja. Al mes salí en libertad y a los cinco meses reingresé a las filas policiales”.
Indicó que el exministro del Interior estuvo detrás de su arresto e intento de tortura –el uniformado aclaró que no fue sometido a torturas y ni vio nada con relación a sus camaradas arrestados– y que por último Bower logró que le den de baja.