UE relativiza veto de Austria al acuerdo con Mercosur
La Comisión Europea relativiza por ahora el veto de Austria al acuerdo entre el Mercosur y la Unión Europea (UE) firmado en junio pasado. Los productores europeos temen la competencia del bloque sudamericano del sector agropecuario, especialmente la carne vacuna.
BRUSELAS (AFP). La Comisión Europea quitó hierro ayer a la decisión del Parlamento austriaco de urgir a Viena a oponerse al acuerdo comercial entre la Unión Europea (UE) y el Mercosur, asegurando que todavía no llegó el momento del visto bueno.
Los negociadores de la UE y del Mercosur llegaron en junio a un acuerdo político tras 20 años de negociaciones comerciales, que ahora enfrenta una revisión jurídica antes del visto bueno de los países europeos a la firma formal. “Ambas partes están llevando a cabo lo que se denomina una revisión jurídica del texto acordado para llegar a la versión final (...) Por lo que, básicamente, la ratificación aún no comenzó”, dijo la vocera de la Comisión, Mina Andreeva. Un alto responsable europeo aseguró a la AFP que la firma formal del acuerdo podría tener lugar en el otoño boreal de 2020, antes de la ratificación por la
Eurocámara, en 2021 y, posteriormente, por el resto de parlamentos nacionales.
Los países de la UE deben dar su visto bueno para la firma formal, un trámite en ocasiones problemático. En 2016, la región belga de Valonia bloqueó durante días el visto bueno de Bélgica a la firma del acuerdo entre la UE y Canadá. En Austria, cuatro de los cinco partidos representados en el parlamento urgieron a Viena a no
dar su acuerdo a la firma, a unos 10 días de las elecciones legislativas anticipadas tras la caída del gobierno de coalición de derecha.
“Austria rechazará el tratado del Mercosur”, se felicitó la diputada conservadora y exministra de Medio Ambiente Elisabeth Köstinger, criticando la quema de “bosques tropicales” en América del Sur “para crear pastos y enviar carne de vacuno barata a Europa” .
Francia, Luxemburgo e Irlanda también expresaron en el pasado sus reticencias a la firma por la política medioambiental del actual presidente de Brasil, el ultraderechista Jair Bolsonaro. Alemania y España urgen en cambio a concretar este “acuerdo histórico”.