Reacción tardía
Un monitoreo satelital del 17 de setiembre pasado permitió al Instituto Forestal Nacional (Infona) detectar que los incendios forestales afectaron en el Chaco y, solo en Alto Paraguay, 241.299 hectáreas de terreno. Sin embargo, esta cifra habrá aumentado considerablemente en los últimos días atendiendo la intensidad con la cual se reactivaron las bocas de fuego el jueves pasado, a raíz de las fuertes ráfagas de vientos del sector norte. Es decir, fácilmente podríamos hablar hoy de más de 300.000 hectáreas arrasadas por el fuego.
La contratación de más aviones hidrantes por parte de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN) ayuda a atacar las bocas de fuego buscando apagarlos. Sin embargo, resulta insuficiente cuando reaparecen los temibles vientos del sector norte según expresiones de los propios productores del Chaco de las zonas afectadas.
Pareciera que ahora el Gobierno Nacional sí está tomando más en serio la lucha contra los incendios. Sin embargo, se dejó pasar demasiado tiempo para actuar, razón por la cual actualmente estamos lamentando la destrucción de miles de hectáreas de la rica biodiversidad del suelo chaqueño, en la cual se localizan las últimas reservas naturales de nuestro país.
Con varias semanas de anticipación veíamos como los incendios forestales azotaban territorio de Bolivia y se direccionaban hacia nuestro país. Sin embargo, no tomamos en serio de que podría ingresar hacia nuestro país y mucho menos dimensionamos la magnitud del daño ambiental que podría y de hecho está causando el fuego.
Esa falta de planificación tempranera y las improvisaciones acostumbradas de nuestras autoridades dejan severas secuelas al medio ambiente, que tal vez tarden décadas en volver a recuperarse.
Lo más lamentable es que no sabemos cuándo acabarán los incendios porque solo una lluvia de gran volumen puede apagar por completo las llamas. Es decir, seguiremos teniendo más destrucción de hectáreas de bosques en el territorio chaqueño.