Nueve "policías de élite" caen por coimas de narcos
Un comisario principal, tres subcomisarios y cinco suboficiales de la Policía Nacional fueron apresados ayer supuestamente por dar protección a la red del narcotraficante más buscado del país, el pedrojuanino Faustino Ramón Aguayo Cabañas. Este, a su vez, era el dueño de tres toneladas de cocaína incautadas por la Senad en los últimos tres grandes operativos hechos en Puentesiño y Yby Yaú. Las escuchas telefónicas revelaron que los agentes policiales cobraban sobornos mensuales de G. 1.500.000 y coimas de hasta US$ 200.000.
Este operativo, al que denominaron “Dignidad” y que fue efectuado conjuntamente por la Senad, la Policía y el Ministerio Público, se sustentó fundamentalmente en conversaciones telefónicas grabadas que comprometen a los policías ahora detenidos y que datan desde noviembre del año pasado hasta mayo de este año.
Uno de los policías arrestados a partir de esas escuchas es el comisario principal Edelio Celso Loreiro Báez (46 años), quien cuando era jefe de la comisaría 1ª de Pedro Juan Caballero llamó al jefe narco Faustino Ramón Aguayo Cabañas (42) y se puso a su disposición para lo que necesitara. También le instó a que no dudara en pedir ayuda si la requería.
Otro detenido es el subcomisario Pedro Molinas Noguera (43), quien cuando era jefe de la oficina de Crimen Organizado en Pedro Juan Caballero exigió US$ 400.000 para liberar un cargamento de cocaína de la red de Aguayo, aunque la negociación se hizo a través del secretario de este, el también prófugo Gustavo Fleitas Benítez (27). Al final, el arreglo entre el narco y el policía se cerró en US$ 200.000.
El subcomisario Rubén Darío Duarte Jacquet (40) fue capturado porque cuando era jefe de la comisaría 15ª de Puentesiño cobraba un soborno mensual de G. 1.500.000 por hacer la vista gorda ante las operaciones de la organización criminal, aunque también fue grabado avisando a los traficantes cuando entraban y salían de la región las otras fuerzas policiales o de la Senad.
Loreiro, Molinas y Duarte fueron apresados ayer de mañana en la Comandancia de la Policía, en Asunción, luego de ser convocados cuando estaban haciendo el curso de ascenso en la Academia de Policía, en Luque. La fiscala Alicia Sapriza les comunicó su detención.
En Concepción
Por otro lado, ayer también fue detenido el jefe de la comisaría 5ª de San Carlos del Apa, subcomisario Sebastián Ramón Silva López (38), porque cuando era jefe de la comisaría 15ª de Puentesiño también cobraba una coima mensual de G. 1.500.000, por escoltar las cargas de pasta base de cocaína que se traían en avioneta desde Bolivia y luego eran enviadas por tierra hacia Pedro Juan Caballero, pasando por Cruce Bella Vista u Horqueta.
Asimismo, fueron llamados y aprehendidos en la Dirección de Policía de Concepción el suboficial primero Carlos Ever Navarro Morales (34) yel suboficial inspector Pablo César Moraez Melgarejo (32), cuyas llamadas telefónicas a los narcos quedaron registradas, y por servir como receptores y escoltas terrestres de los alijos de cocaína que eran pasados por su jurisdicción, la comisaría 15ª de Puentesiño.
El suboficial inspector Mario Figueroa Velázquez (41), personal de planta de la oficina regional de Antinarcóticos en el Primer Departamento, fue grabado cuando pedía dinero a los traficantes para no incautar su cocaína y no intervenir sus plantaciones de marihuana. En una charla, uno de los narcos le dijo a Figueroa que ya no cultivaban pero que iban a vender una propiedad para poder cumplir con la cuota para la citada oficina.
Los fiscales Hugo Volpe, Armando Cantero y Fabiola Molas tomaron la pesquisa sobre los agentes norteños.
En Pedro Juan Caballero
El jefe del puesto policial 17º de la colonia Lorito Picada, suboficial superior Venancio Bolaño Torrez (50), fue remitido a la Dirección de Policía de Amambay, con asiento en Concepción, donde fue apresado, ya que igualmente llamó a los narcos a ponerse a disposición de ellos y porque aparentemente protegía las cargas que pasaban por su jurisdicción.
Una situación insólita fue la que protagonizó el último detenido, el suboficial inspector Luis Carlos Gómez
Santa Cruz (34), quien cuando era personal de la comisaría 9ª de Chirigüelo hablaba personalmente con el capo Aguayo y después cobraba por dar cobertura a los convoyes de drogas, según los investigadores.
Ese agente, al saber que iba a ser detenido, refirió que su padre falleció, para escapar, aunque fue perseguido y atrapado en Santa Rosa del Aguaray.
El fiscal Marco Amarilla actuó en Amambay.