Estonia trajo su experiencia de gobierno digital que ayuda a evitar la corrupción
El segundo día de Tigo Campus Party estuvo cargado de experiencias y charlas innovadoras. Anett Numa, de Estonia, contó cómo ese pequeño Estado, de 1.300.000 habitantes, logró que todos sus servicios públicos estén en línea y cómo ayuda eso a evitar la corrupción. Otros abordaron las transformaciones relacionadas con la socialización de las nuevas tecnologías.
Con el objetivo de inspirar a líderes políticos, de la industria, ejecutivos e inversores con las historias de éxito de Estonia, Anett Numa presentó ayer la experiencia del gobierno digital de su país. Habló sobre el pequeño estado de Estonia, en la Unión Europea, que tiene hoy el 99% de sus servicios públicos en línea. “Todo inició cuando recuperamos nuestra independencia en 1991, y nos dimos cuenta de que no podíamos seguir haciendo las cosas como en el pasado. Nos independizamos de la Unión Soviética y en 1994 se firmó la primera ley para generar este cambio”, comentó. Añadió que el proceso continúa.
“Lo más importante en este proceso fue la mentalidad de nuestros líderes, que se animaron a tomar decisiones arriesgadas porque no teníamos ni el dinero, ni la tecnología para hacerlo. Tuvimos el liderazgo necesario para que en mi país se decidiera
crear algo nuevo que no había experimentado ningún otro país antes”, resaltó.
Sobre las múltiples ventajas del gobierno digital mencionó que la primera es que se ahorra mucho tiempo y dinero, porque bajan los costos y eso impacta mucho en el presupuesto. “Son soluciones confiables, rápidas, y es más seguro almacenar la información online, y se evita de esta manera la corrupción”, puntualizó.
Estonia inicialmente utilizó el 1% de su presupuesto, porcentaje que continúa para el mantenimiento y las innovaciones en la actualidad. “Lo importante no es la experiencia de Estonia aisladamente. Quiero inspirarlos a que se den cuenta de que también son capaces de hacer esto, de lograr una sociedad digital y existe el potencial”, expresó.
Joan Cwaik, de Maytronics, reflexionó con los “campuseros” sobre el cambio
tecnológico, recordando que las nuevas tecnologías reemplazarán las labores reiterativas y peligrosas. Se refirió también a las transformaciones relacionadas con la socialización de las nuevas tecnologías. “El mundo se rige por parámetros muy superfluos. Cuando la tecnología irrumpe, uno se asombra pero a medida que pasa el tiempo, van formando parte de nuestras vidas”, afirmó. Y advirtió que “cuando estamos inmersos en la tecnología perdemos de vista lo que sucede afuera” y que “la tecnología empieza a simular cada vez más y debemos rebelarnos contra ella por el impacto social que puede tener”.
Dijo que la tecnología promueve que nada es a largo plazo y hace que se consuman y desperdicien productos lo más rápido posible. “Pero el futuro será humano. Las máquinas no van a poder suplantar las habilidades humanas”, concluyó.