La contradictoria matriz energética
En lista de funciones que tendrá el ministerio de energía y minas, punto 4 , se señala cuanto sigue: “Promover la optimización de la matriz energética mediante la mejor utilización de las fuentes autóctonas y, principalmente, la incorporación de fuentes nuevas y renovables; incluyendo la aplicación de instrumentos adecuados para aumentar la producción y el uso de energías renovables sustentables.
De acuerdo con el Balance Energético Nacional correspondiente al Ejercicio 2018, que el Viceministerio de Minas y Energía entregó en setiembre pasado, en la torta representativa del consumo final de energéticos en nuestro país, la tajada correspondiente a la energía eléctrica fue apenas del 16% ,en tanto que el 84% restante fue imputado a la biomasa (leña, carbón, etc.) y a los derivados del petróleo, que deben importarse hasta el último centímetro cúbico.
En el lapso comprendido entre el 2016 y el 2018, la porción de la torta correspondiente a la energía eléctrica aumentó del 15,8% al 16%, o sea 0,2%. En 2017, esa tajada fue inclusive menor: 15,7%.
Recordemos que nuestro país, con frecuencia, es presentado, inclusive en foros internacionales, como el mayor productor mundial de energía limpia, sin embargo, los indicadores apuntados revelan que nuestro mercado no es el mayor consumidor de energía.
En efecto, si en tres años nuestro consumo de electricidad creció apenas el 0,2%, el de derivados del petróleo, que además de contaminante constituye una sangría constante de divisas del 37,7% al 43% (14%); en tanto el uso de biomasa se mantiene en torno al 41%.