Más déficit fiscal, solo si harán infraestructura
La Cámara de Anunciantes del Paraguay (CAP) estaría de acuerdo con elevar el tope de déficit fiscal, siempre que sea para realizar inversiones en infraestructura y no para incrementar el malgasto público. Este año será el octavo año que en forma consecutiva la administración central cierre con un saldo rojo.
El presidente del referido gremio empresarial, Carlos Jorge Biedermann, fue categórico al señalar que el malgasto público nos lleva a esta situación de déficit, por lo que de ninguna manera se justificará ampliar el tope para pagar más salarios o aumentar los gastos innecesarios del Estado.
El Gobierno solicitó el último viernes al Congreso autorización para aplicar las excepciones establecidas en la Ley de Responsabilidad Fiscal y que, de esa manera, le permitan superar el limite de 1,5% del PIB (US$ 600 millones).
La ley permite cerrar con un saldo rojo de hasta 3% del PIB (US$ 1.200 millones), pero el ministro de Hacienda, Benigno López, adelantó que la idea es llegar a 2,5% (US$ 1.000 millones) para mantener el ritmo de las inversiones
públicas y garantizar un mejor 2020.
Se venía advirtiendo
Biedermann indicó que esta situación es lo que venían temiendo y advirtiendo desde hace muchísimo tiempo acerca de la necesidad de mejorar el gasto público, ordenar la casa y dar prioridad a los temas económicos, “pero no quisieron escuchar”.
El empresario reconoció el gran esfuerzo del Ministro de Hacienda de tratar de mantener un presupuesto acotado a la realidad de la situación y la posibilidad de ingresos, también el dictamen la Comisión Bicameral de Presupuesto del Congreso, pero insistió en que solo estarían de acuerdo con elevar el déficit “única, exclusiva y responsablemente para inversiones en infraestructura que puedan ayudar a
sobrellevar el momento económico y también realizar las obras que son imprescindibles para ser productivos y competitivos.
“No podemos seguir sin rutas y caminos, sin puentes, con escuelas y hospitales que se caen a pedazos, sin alcantarillado y tratamiento de agua, con problemas de provisión de energía, entre otras necesidades”, expresó Biedermann.
El ministro de Hacienda, Benigno López, aseguró que el Estado tiene el financiamiento requerido y que no necesitará recurrir a nuevas deudas para llevar adelante las obras programadas y, en ese contexto, insistió en que el déficit se da exclusivamente por las inversiones en obras y debido a la fuerte caída de los ingresos tributarios, que se estima llegará a fin de año a US$ 300 millones con relación a lo que se había estimado obtener.
Este año será el octavo consecutivo que las finanzas públicas terminarán con déficit fiscal y desde que se puso en vigencia la ley de Responsabilidad Fiscal, cerrará en el nivel más alto.
El último superávit que logró la administración central fue en 2011, equivalente a 0,7% del PIB, según las estadísticas de Hacienda.